La música inteligente

La música inteligente

Es verdad que la cultura no hace revoluciones, pero las hacen los soñadores y desarrollados del espíritu, en su secreta y honda marcha hacia sus consumaciones dominantes. Hoy es el día de los padres; existe en mi vida un hombre trascendente, mi padre, del que siento gran orgullo, José A. Silié Gatón, ese “viejo”, que ha vivido con renovada juventud, idealizando una sociedad más decente y digna. Sabemos que dejará en la lontananza una nueva ética nacional. Él sigue a sus años iluso por el “civismo” patrio. Feliz día de los padres para él y a todos los buenos padres (somos muchos) y con gran veneración para los que han dejado el tálamo terrenal.

Este “conversatorio” de hoy también está dedicado a otra “soñadora”, pionera de una “música inteligente”, y es a la que nos tiene acostumbrados Norín García Hatton a través de la 97.7. La hemos llamado así, porque la buena música tiene el encanto de  producir con su audición un sentimiento nuevo cada vez, y hace de la existencia un todo organizado orquestalmente, para así llevarnos de modo particular al más inmenso y enaltecedor de los placeres, la abstracción.

Doña Norín cumple 57 años en la radio, brindando la “Exquisita Música del Mundo” como ella titula su espacio, gran motivo para celebrar todos los que la admiramos. Tengo el alto honor de co-producir con ella la noche de los miércoles en esa 97.7 FM. a partir de la 8 p.m. Es una tertulia amena, donde los temas del cerebro, la vida, ciencia, la conducta humana, curiosidades, arte, tecnología y los sentidos son tocados por nosotros y nuestros distinguidos invitados en  francos y amenos conversatorios, acompañados de  paréntesis musicales  con una música inteligente.

La música ha existido en todas las culturas humanas, y todos los sistemas de escalas están basados en las octavas, lo que sugiere un factor neurológico común. Esta aseveración está  basada en que aún en los animales que responden a  silbidos,  los ecualizan  con sus octavas. La música como tal, antes de ver la gran participación cerebral que utiliza tiene que ser evaluada en tres aspectos principales: patrón estructural, acústico y gramatical. El sistema auditivo humano ha evolucionado no sólo en lo perceptivo, sino en gran relación con el lenguaje. Donde la percepción musical no es sólo un fenómeno acústico simple, sino que conlleva un proceso secuencial complejo, para darle sentido a esa percepción acústica de acuerdo a cada vez más especializadas estructuras cerebrales.

Son numerosas las teorías sobre la percepción de la música y los sonidos. Las razones de espacio nos obligan a sumariar. La compleja estructura del pabellón auditivo, que actúa como recolector y filtro de sonido, provoca cambios en las características temporales y de amplitud y está demostrado que las claves generadas por el pabellón auditivo son utilizadas principalmente para la localización del sonido en el plano vertical. El inteligente cerebro resuelve mediante un enmarañado sistema, lo que se denomina “ambigüedad de fase”, y se debe a que el sistema nervioso codifica el período de onda del sonido y no directamente el tiempo. En la complejidad del cerebro, para percibir la música  hay elementos vitales: lóbulo temporal, el lóbulo de la ínsula, la unión fronto-temporal, el plano temporal, el tallo cerebral, etc.; es decir que son muy complicadas las estructuras, donde debemos añadir la principal, toda la corteza cerebral donde reside nuestra memoria y es la parte “objetiva”, que nos permite que cada uno de nosotros le dé a la música su interpretación particular.

 Ahora ¿saben ustedes, por qué como neurólogo llamamos “inteligente” a la buena música a la que nos tiene acostumbrados Doña Norín García? Es por la gran complejidad cerebral que participa. Le deseamos a ella muchos  años más de buena salud, para que nos siga brindando esa música tan exquisita, que los seres inteligentes, todos sus oyentes, y los padres buenos, disfrutamos plenamente.

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