La muy obligada transparencia

La muy obligada transparencia

El conteo y la transmisión por medios electrónicos de actas el día de las votaciones deben estar certificados en su blindaje y desarrollarse ante una observación aceptable para todas las partes. Hay maravillas de la modernidad que llegan más lejos; procesos informáticos sin uso de papeles que logran mediciones confiables y rápidas… aunque el ojo humano siempre será imprescindible para detectar fallas o intentos de manipulación. Las herramientas digitales pueden ser de mucha utilidad para el manejo de grandes volúmenes de boletas a ser asignadas a miles de competidores. Eso lo comprendieron los partidos políticos que en su momento dieron el visto bueno a los procedimientos dispuestos para mayo por la Junta Central Electoral.
El escepticismo que ahora se presenta desaparecería con una auditoría profesional previa a equipos y programas y una mayor observación externa en prueba de transparencia. En los conteos manuales de antes fue usual el muestreo científico a un porcentaje de los sufragios a cargo de observadores ajenos a la maquinaria electoral y a los partidos. Sus resultados, a menor escala, siempre confirmaron los de la votación total. Una testificación de ese orden, diseñada por consenso, sería satisfactoria. Las suspicacias y demandas de rigor y claridad obligan a dar entrada a mecanismos de comprobación cumpliendo el compromiso de mantener el proceso abierto a la más diversa observación.

Preocupación nueva con el zika

Si para el enigmático virus de alto riesgo neurológico llamado zika el mosquito no es imprescindible para pasar de persona a persona, su amenaza a la salud colectiva es mayor de lo que se suponía hasta ahora. Viene a resultar que su potencial de contagio no queda controlado por completo con eliminar los criaderos del Aedes aegypti, tarea que por demás, para ser efectiva exige un saneamiento permanente en espacios públicos y privados, y que debe continuar. Pero ya que científicos de la Organización Mundial de la Salud dan por un hecho que la transmisión de la enfermedad puede darse por simple contacto entre seres humanos, debe ampliarse la estrategia de contención vigente. Habría que empezar a promover en la comunidad comportamientos apropiados para que cada quien evite ser transmisor o receptor del temible virus. Sin pánico.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas