La naturaleza contra la comunidad del lago

La naturaleza contra la comunidad del lago

Desde la mortífera avalancha de agua, lodo y piedra del río Blanco, que arrasó con una parte de la población de Jimaní  en mayo del 2004, el Lago Enriquillo y el Sumatre iniciaron un proceso de elevación de su cota que está por debajo del nivel del mar, amenazando seriamente a varias comunidades en torno del lago del lado dominicano.

Desde Neyba hasta Jimaní y desde esa ciudad  hasta Duvergé y completando el anillo entre Duvergé y Neyba, la cota del lago se ha ido elevando  desde sus tradicionales 44 metros por debajo del nivel del mar para ubicarse hoy en día en torno a los 38 metros, lo cual señala una seria amenaza, que si la naturaleza no detiene ese proceso, será necesario tomar medidas para desalojar varias de esas comunidades.

Una vez, en 1894, según las crónicas de geólogos norteamericanos, el nivel del lago se elevó  60 centímetros por encima delnivel del mar para luego, a comienzos del siglo XX, retronó a sus 44 metros por debajo de mar. Con esa información, de las fluctuaciones del nivel del lago en los albores del siglo XX, nos plantea que nada es seguro para el desarrollo humano y productivo de la región sino se toma encuenta esas perturbaciones naturales. De manera que el susto actual de  un probable cataclismo humano,  está presente con esas fluctuaciones de la masa de agua salada que solo sirve para el desarrollo de la fauna marina e inutiliza  los terrenos cuando el nivel baja y no se puede aprovechar de inmediato sino se le aplica  un costoso proceso de lavado.

Hay que recordar el origen del Lago Enriquillo y de su vecino Sumatre como dos masas de agua que quedaron entrampadas cuando se cerró el canal que comunicaba la Bahía de Neyba con la de Puerto Príncipe, hace millones de años. El cierre definitivo del lago dominicano y de la laguna de Cabral ocurrió con las milenarias crecientes  del río Yaque del Sur, que al no tener un desagüe libre en la bahía por existir una barrera de coral, se fue represando y taponando la entrada del mar para así dejar formado los tres lagos.

Desplazar a miles de habitantes de las poblaciones en peligro, casi todas al norte del lago y desde La Descubierta hasta Jimaní, conllevaría un operativo muy bien organizado y con amplios recursos destinados a que no sea tan traumático a las familias que ya lo están perdiendo todo cuando ven los terrenos inundados, que antes cultivaban o pastoreaban. La comunidad de Boca de Cachón sería la primera que se reubique por ser la que experimenta los embates de las aguas del lago en ascenso.

La ladera sur de la Sierra de Neyba posee terrenos muy fértiles por la existencia de numerosos ríos y arroyos, que mantienen un caudal permanente de agua;  prueba es el desarrollo agrícola al norte de la población de Neyba en el núcleo de la sierra y muy por encima del nivel del mar. Del lado sur del lago se encuentra el poblado de Baitoa y Vengan a Ver, que parte de sus terrenos agrícolas están inundados y el lago avanzando hacia la carretera que comunica a Duvergé con Jimaní.

Es una tarea de gran responsabilidad y disposición de recursos que no permite dilaciones y en consecuencia atacar el problema con los bríos del nuevo período del PLD deberá ser una de las tareas prioritarias, la cual no debe ser postergada.

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