La naturaleza manda a la hora de decorar el jardín

La naturaleza manda a la hora de decorar el jardín

EFE. REPORTAJES. Decorar un jardín exige una profunda planificación previa para obtener los mejores resultados, aunque difícilmente se acertará a la primera. Es por ello que escoger muebles y accesorios prácticos y baratos es lo mejor a la hora de dar forma a un espacio que va a estar en continua construcción. Tendrás que combatir contra insectos, lluvia y temperaturas poco adecuadas. En este caso, la naturaleza es la que manda.

El concepto principal que nunca debe desaparecer a la hora de decorar un jardín es: armonía. Para ello es importante escoger adecuadamente las flores y plantas que se van a cultivar. No solo deben buscarse las especies que congenien entre ellas, también se debe pensar en el clima.

Si el jardín está situado en una localización fría, los cerezos, el narciso, la hiedra o el brezo aguantan incluso las heladas. Con ciertos cuidados, la salvia o el romero sobreviven a un clima frío.

En cuanto a las altas temperaturas, los rosales o el carácter versátil de la orquídea los hace especialmente resistentes al calor. En el caso de la lavanda, el clima cálido es el que favorece que su perfume aromatice el lugar. La begonia, aunque es una flor de clima cálido, necesita de sombra para que pueda cultivarse de forma óptima, al igual que el clavel.

Los geranios aromatizados tienen el valor añadido de repeler a los insectos, tal y como el tomillo o la propia salvia hacen con el pulgón.

Césped japonés. Si lo que se busca es crear un espacio especialmente colorido, a las plantas y flores se les puede añadir el césped o prado japonés, un compuesto que incluye semillas de grama  y de flores de distintos colores.

Por lo general incluyen margaritas, amapolas y dragonarias, entre otras especies.

Además de vistoso, exige poco mantenimiento. Incluso es necesario regarlo y segarlo con menor frecuencia de lo normal para mantener las flores. Con cada caja de medio kilo (poco más de una libra) se puede cubrir una superficie de unos veinticinco metros cuadrados.

Siempre es recomendable tener árboles de hoja caduca, ya que, además de resultar menos trabajosos, su frondosidad da sombra en verano mientras que en invierno, sus ramas desnudas no obstruyen la escasa luz solar. Es precisamente por el sol y la sombra por lo que se antoja importante estudiar su ubicación antes de plantarlo.

En busca de la sombra. La sombra también la puede proporcionar una pérgola -por lo general son de madera, pero las grandes superficies especializadas en decoración de exteriores ofrecen una amplia oferta en materiales metálicos-.

La nueva tendencia en cuanto a sombrillas marca la diferencia en su estructura, que abandona su naturaleza rígida por formas articuladas y flexibles que hacen que su uso sea mucho más práctico y personalizado.

Para la noche, la mejor opción -y a la larga la más económica- es la instalación de farolas y farolillos solares, que emanan energía ya producida y recogida durante el día.

Atraer mariposas

Aún más vivacidad puede darle a su jardín la visita de las mariposas. Para estimular su presencia, escoja flores grandes, de colores brillantes -malva, amarillo, rojo- y que sean especialmente aromáticas. Coloque también piedras en el camino, no use pesticidas e instale una fuente o un bebedero de agua.

Y es que el agua es elemento imprescindible para culminar un conjunto perfecto en la construcción de un jardín, bien sea con la presencia de una fuente,  e incluso una cascada.

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