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La Navidad es la época del año en la que se comparte con la familia y las reuniones con amigos son comunes, muchas de estas para celebrar el nacimiento del Niño Jesús.

Sin embargo, para muchos envejecientes que se encuentran en asilos y residencias, la historia es un poco diferente, ya que muchos no cuentan con la visita de los suyos ni siquiera en este tiempo.

Para hacer la época más afable para los de la tercera edad, los responsables de estas estancias tratan de realizar actividades propias de la temporada que los haga sentirse queridos.

Tal es el caso del asilo público San Francisco de Asís, cuya población es de 275 envejecientes, aquí el espíritu navideño es notorio desde la entrada, gracias a que es adornada con un gran nacimiento amenizado con música alegórica a la época. Sor María Romero explicó que muchas instituciones públicas y privadas acuden a este asilo para llevar comida y regalos a estos adultos mayores durante la Navidad. Gracias a la caridad de muchos, este centro ha tenido diversas actividades a lo largo de este diciembre.

La situación es similar para los envejecientes del Centro Geriátrico Dr. Güílamo, una residencia privada, donde los ancianos tuvieron una gran fiesta navideña el 12 de este mes, animada por el coro del Banco Central, en la que compartieron y disfrutaron.

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Pide vayan a buscarlo

Vicente de la Rosa es un envejeciente totalmente ciego, de 80 años de edad, quien tiene dos meses en el Asilo San Francisco de Asís. Él asegura que un día salió de su casa ubicada en Los Alcarrizos a hacer una diligencia, pero fue atropellado por un vehículo, luego de permanecer unos días recluido en un centro hospitalario, una señora lo dejó en la puerta de este ancianato. Pide entre llantos a su hijo, el que asegura se llama Enrique Salazar que pase a buscarlo. La historia fue corroborada por una de las monjas del centro.