POR MIRFAK ROWLAND
En la temporada navideña es una costumbre adornar el hogar con artículos alegóricos a la fecha, y las personas suelen esmerarse a la hora de hacerlo, buscando ambientar cada rincón para impregnarlo con el espíritu de la época.
Pero si bien estas fechas son aprovechadas para experimentar, ya sea poniendo hermosos y grandes arbolitos o exuberantes instalaciones de colores, es importante señalar que si se utilizan pequeños detalles alusivos a la Navidad que acompañen los muebles, mesas, repisas o puertas, se lograrán hermosos espacios caracterizados por el minimalismo, la elegancia y la delicadeza, además de que no se corre el riesgo de pecar de extravagante.
Porque la belleza no siempre se ubica en lo tradicional, y la decoración está abierta a cambios individuales y creativos, es de gran importancia utilizar detalles finos, que se adecuen a los gustos y estilos de quien asuma la tarea de decorar y de los miembros del hogar, y que se ubiquen, sobre todo, dentro de los parámetros de colores que exige la época.
Colores brillantes y positivos son la nueva tendencia a imitar, y detalles poco comunes pueden servir para decorar, y si desea asesoría se pueden visitar diversas tiendas en donde de seguro se encontrarán aquellas piezas que pueden servir de complemento y que darán paso a combinaciones originales y peculiares.
Portavelas, pequeños Santa Claus, cojines, bomboneras, bandejas, entre otros, son algunos de los artículos que pueden dar un toque diferente a la Navidad en su hábitat. Estos elementos decorativos, hechos en diversos materiales como la madera, plástico, tela y metal, pueden transformar el espacio y convertirlo en un exótico lugar sellado por el espíritu de la Navidad.