La Navidad y los límites que nadie debe olvidar

La Navidad y los límites que nadie debe olvidar

La tradición que coloca a diciembre como mes muy festivo, de más ingresos y acercamientos familiares y sociales, compromete mucho a actuar con responsabilidad en los consumos y conducción de vehículos; sin perder de vista los riesgos del auge comercial que aglomera a los buenos y a los mal intencionados bajo unos mismos techos y al aire libre. Los desprevenidos pueden pagar un alto precio por la embestida delincuencial.

Exhortamos a poner atención a los llamados a la prudencia al gastar y endeudarse; negarse a reaccionar con impulso a los enfáticos llamados a los consumos y diversiones para no sobrepasar el poder adquisitivo real ni infligirse daños adicionales.

Caer en mora significa aparecer en registros de incumplimientos que cierran las puertas del crédito y se utilizan para depurar a cada comprador de bienes o servicios.

La preservación de la salud reclama evitar hartazgos por atracción de la buena cocina, lo que debería generar problemas de conciencia en un país de abundancias que dejan fuera mayorías ciudadanas.

Aunque ahora parezca menos posible contraer el virus de pandemia, y se flexibilizaran restricciones que previenen disipación, participar en multitudes sigue conllevando riesgos, peor si se prescinde de mascarillas.

Excederse en bacanales reniega del sano regocijo que debe caracterizar a la Navidad, evocadora del nacimiento de la cristiandad que llega como gran episodio anual para llamados a la paz entre los seres humanos.

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