Michael Jordan dijo adiós y LeBron James hizo su aparición. Tim Duncan ganó otro título, Karl Malone cambió de dirección, John Stockton y David Robinson se retiraron y Kobe Bryant fue acusado de violación sexual.

¡Que año tuvo la NBA dentro y fuera de la cancha!.

Hace apenas 12 meses todo lo siguiente se insinuaba como posible:

_ Los Lakers ganarían su cuarto título.

_ Malone nunca dejaría Utah.

_ Jordan se despediría del básquetbol apreciado por todos sus compañeros.

_ Bryant representaría la imagen ideal de la NBA por mucho tiempo.

El 2003 estuvo repleto de sorpresas y cambios.

Ningún otro hecho afectó a la liga como la noticia que Kobe Bryant el jugador que se perfilaba como relevo de Jordan en cuanto a ser el rostro de la NBA había sido acusado de violar a una chica de 19 años que trabaja de recepcionista en

un hotel de Colorado.

Bryant cayó de su pedestal: en vez de aparecer en anuncios publicitarios, lo que se hizo normal fue verlo entrar y salir de un tribunal, donde el futuro de su carrera profesional se decidirá.

Malone, tras 18 campañas con el Jazz de Utah, sorprendió al mundo del baloncesto con su anuncio que aceptaba una reducción de su salario, casi 20 millones de dólares, para jugar con los Lakers y obtener el título de campeón que la ha sido esquivo durante su carrera.

Los Lakers también contrataron a Gary Payton, otro futuro miembro del Salón de la Fama, ensamblando un verdadero «equipo de ensueño».

Tras dos temporadas de altibajos con los Wizards, Jordan decidió poner fin a su excepcional carrera que lo llevó a ganar seis campeonatos con los Bulls de Chicago.

Su vuelta a la liga no tuvo el mismo impacto que su segundo ciclo con los Bulls, cuando fue el artífice de tres coronas en fila antes de retirarse al término de la temporada de 1997/98. Los Wizards nunca pudieron clasificarse a los playoffs y una vez que terminó la campaña 2002/03, el dueño del equipo tomó la decisión de quitarle a Jordan su posición de ejecutivo en la franquicia.

Jordan se despidió en malos términos con varios de sus compañeros de equipo en Washington, que inclusive dijeron en público que se sentían aliviados por su marcha.

Las pretensiones de los Lakers de un cuarto campeonato consecutivo se vieron minadas por las lesiones que persiguieron a Shaquille O’Neal.

Los Lakers fueron eliminados sin pena ni gloria en la segunda ronda de los playoffs ante los eventuales campeones, los Spurs de Antonio, un quinteto que mezcló toda clase de ingredientes para cuajar la receta perfecta para proclamarse monarcas.

Los Spurs dieron cuenta después de los Mavericks de Dallas y luego de los Nets de Nueva Jersey en la final.

La victoria de los Spurs tuvo aportes de todo tipo. El primero vino de la mano de Duncan, el jugador más valioso de la liga, y su combinación bajo los tableros con David Robinson, que quemó sus últimos cartuchos.

Una infusión de sangre extranjera fue otro factor importante con el argentino Emanuel Ginóbili y el francés Tony Parker.

La NBA se sigue nutriendo de talento internacional, incluyendo una importante cuota de latinoamericanos.

Aparte de Ginóbili, una de las sorpresas agradables en lo que va de la campaña es la actuación del armador puertorriqueño Carlos Arroyo, a quien le tocó la tarea de heredar el puesto de John Stockton en el Jazz de Utah.

De a poco los brasileños Nené y Leandrinho Barbosa se fueron ganando espacio con los Nuggets de Denver y los Suns de Phoenix, respectivamente.

Como era de esperar, Lebron James pasó directamente de la escuela secundaria al profesionalismo.

Está llamado a ser el próximo Jordan, no sólo por su talento, sino también por el imán que posee para la promoción de productos, desde zapatillas deportivas hasta refrescos.

Estados Unidos, Argentina y Puerto Rico atraparon las tres plazas que adjudicó el Preolímpico de San Juan para los Juegos de Atenas.

La gran expectativa del torneo giró en torneo a la esperada revancha entre estadounidenses y argentinos, apenas un año después que los sudamericanos se convirtieron en el primer equipo en derrotar a un «Dream Team», en el mundial de Indianápolis.

Ahora armado con un quinteto de mayor cartel del que fue al mundial, incluyendo a Duncan, Allen Iverson, Tracy McGrady y Vince Carter, entre otros, Estados Unidos le ganó dos veces a Argentina, incluyendo en la final, y ratificó con creces que es el que manda.