La necesidad de una revista médica científica de calidad

La necesidad de una revista médica científica de calidad

Cuando regresaron al país, a principios de la década del 1960, una pléyade de médicos con amplia formación profesional y altamente motivados por el espíritu científico, impulsaron numerosas revistas médicas. Fueron tan audaces en sus propósitos que llegaron a crear y editar revistas súper especializadas para un país pequeño, sin suficientes especialistas y sin incentivo a la investigación.

Por esas razones es que los pediatras, cardiólogos, neumólogos y demás especialistas tienen sus revistas especializadas registradas, aunque no se publican ni se distribuyen con regularidad. Agregamos que cada día los profesionales médicos escriben menos sus experiencias, que algunas de estas revistas no tienen fondos suficientes, ni el material de calidad que una publicación científica exige.

El interés de que los médicos escribieran artículos científicos – casos clínicos inusuales, revisiones de temas específicos con más de 50 referencias revisadas, estudios de investigación clínica, presentación de casos con autopsias para enseñanza y secciones de educación continuada entre otras novedades en una revista de categoría superior – determinó que, entre los requisitos para concursar por un puesto en hospitales públicos o del IDSS, se punteara el número de artículos publicados.

Esto último trajo como consecuencia que los noveles médicos que necesitan de una plaza en una de esas instituciones, escriban artículos sobre sus experiencias en la pasantía, los cuales, en la mayoría de los casos, no agregan valor científico. No los podemos criticar, sus experiencias y conocimientos no le permitían hacer otra cosa, ya que no contaban ni con el entrenamiento para escribir artículos científicos, ni con los fondos para hacer investigaciones rigurosas.

Consideramos que aparte de las publicaciones registradas, el país necesita una revista médica científica exclusiva, de alta calidad, que cuente con la colaboración de todas las sociedades médicas especializadas y que contenga artículos de todas las especialidades.

Es necesario que se publique mensualmente, tanto en edición impresa como electrónica, con un director o directora cuyo perfil sea de excelente grado académico, con antecedentes de escritor de artículos científicos en revistas internacionales y que sea designado por lo menos por cinco años en el cargo.

Las sociedades médicas especializadas, en caso de que esta propuesta sea acogida, deberían designar uno o dos profesionales con el mismo perfil del director o directora para ocupar puestos en el Consejo de Editores por lo menos por cinco años, para que sean éstos los que revisen la calidad de los artículos y decidan cuáles pueden aceptarse, aquellos publicables con modificaciones y los que deben ser rechazados. Con este tipo de revista, en definitiva, el país podrá exhibir datos científicos de la experiencia médica dominicana con alta credibilidad.

Si editamos una revista con esta calidad, de seguro que científicos de otros países nos remitirán sus artículos con la esperanza de que sean aceptados y publicados. De lograrse esta meta, la revista médica científica dominicana irá ganando aceptación en el mundo científico internacional.

Que las nuevas autoridades del Colegio Médico Dominicano con las sociedades médicas especializadas y la sociedad de medicina general se pongan de acuerdo en esta propuesta.

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