Lo prometido es deuda: tal como lo señalamos el pasado sábado, estuvimos participando en Los Ángeles, California en el Mitin de la Academia de Neurología de Norteamérica, en su número 70. En la oportunidad, múltiples fueron las actividades científicas y deseo compartir con mis amables lectores varios de los aspectos que se revisaron con actualización en este evento científico de vanguardia. En primera instancia nos referiremos a la migraña. Sabemos que esta entidad neurológica es muy común, principalmente en la mujer. Es un dolor de cabeza o cefalea que se presenta principalmente los fines de semana; un dolor con predominio en la mitad del cráneo, con otros síntomas muy variados: visuales, olfatorios, sensoriales, acústicos y gástricos en principalía. Se enfatizó en la jornada sobre los tratamientos que existen para prevenir que se presenten los eventos en procura de reducir la severidad y duración de los ataques migrañosos, valorándose la mejoría de la eficacia de las opciones que tenemos para el tratamiento. No obstante lo anterior, lo más importante es que se han logrado reducir las complicaciones y daños que produce la migraña. En el fórum se consideró que en los últimos años ha habido una disminución de las complicaciones neurológicas de la migraña por el uso adecuado de los medicamentos que la previenen, en particular en el aspecto vascular. Sabemos que en ocasiones se acompaña de daños cerebrales como: confusión, hemiplejías, alteraciones oculares permanentes, etc., es decir que esa “sencilla” migraña no es un simple dolor de cabeza y que debe ser atendida por manos expertas.
Respecto a la Enfermedad de Parkinson, sabemos que es una de las más comunes enfermedades neurodegenerativas del cerebro, debido a la pérdida de neuronas dopaminérgicas en la sustancia negra de la parte profunda del cerebro. Se considera que hay unas 329 personas afectadas por cada 100,000 habitantes. Se caracteriza por presentar: movimientos lentos, rigidez y un temblor rítmico en reposo que empieza en un lado del cuerpo y luego progresa. El diagnóstico en sus inicios no es tan fácil, pues no disponemos de una prueba específica. Pero: dolores musculares inespecíficos, disminución de la olfacción, estreñimientos, alteración de la escritura y el patrón alterado del sueño, después de los 50 años deben ser considerados. Dos aspectos de importancia sobre el tema del Parkinson se presentaron en el congreso, el primero las experiencias de trabajos con el DAT-SPECT: esta es una moderna forma tomográfica de diagnóstico neuroradiológico que usa el marcador Isoflorane I-123, que permite detectar temprano las alteraciones de la dopamina en esos ganglios cerebrales profundos. El segundo aspecto, este de vital importancia fue presentado por un equipo liderado por el Dr. Daniel E. Kremens, de la Universidad de Filadelfia: la introducción a la clase médica mundial de una nueva medicación para ser usada en el Parkinson, el Gocovri que es una amantadina de degradación extendida (absorción lenta), es el primero y único medicamento aprobado por la FDA para el tratamiento específico de las Discinesias en el Parkinson. Estas son una serie de alteraciones del movimiento, involuntarios, coriformes, que se presentan con el avance de la enfermedad, relacionados con el aumento del tratamiento, y en ocasiones por algunos medicamentos, que son un verdadero dolor de cabeza para el paciente y el neurólogo tratante. Se presentaron también numerosas experiencias con el uso de los estimuladores profundos en el Parkinson, estos son electrodos estimuladores “eléctricos” colocados en la profundidad cerebral en las áreas de mayor producción de la dopamina.
Con respecto al Alzheimer, se trataron como es natural muchos aspectos de esta enfermedad que nos hace perder la memoria y nos demencia. Dos de los trabajos de importancia el primero fue, de si para hacer el diagnóstico definitivo de la enfermedad del alemán en vida, debemos de sustentarlo solo en marcadores biológicos tales como el Florabetapir y el Flutemetamol estos usados con el PETscan. Sus defensores opinan que es posible determinar y diferenciar con una seguridad de casi un 90%, las demencias que son por Alzheimer, los que padecen el Deterioro cognitivo leve (casos iniciales de pérdida de la memoria) y los que son cognitivamente normales. Señalan que pueden ser usados hasta como factores de predicción de la enfermedad con un alto porcentaje de seguridad. Su alto costo todavía no los hace prácticos para el diagnóstico y la valoración pronóstica de la enfermedad de Alzheimer. Otro trabajo importante sobre la enfermedad de la memoria fue la determinación de las funciones biométricas valoradas durante el sueño (calidad, profundidad, cognición, etc.) los que pueden ser usados como predictores de inicio del Alzhéimer, el empeoramiento o la mejoría de las funciones cognitivas superiores (memoria, atención, cálculos, orientación, etc.) en pacientes con antecedentes familiares de la Enfermedad de Alzhéimer.