«La Noche de Verano no era el Sueño De Shakespeare»

«La Noche de Verano no era el Sueño De Shakespeare»

EL MOVIMIENTO con Maryanne Fdez. "del miedo al amor"

Tenía más de un mes sin verlo. En cada conversación diaria siempre le decía «tengo tantas ganas de bailar contigo». Llegó por 4 días y 3 noches. Entre compromisos familiares y diligencias se había llenado la agenda, al parecer no habría baile, esta vez.

La 3era y última noche, cenábamos tarde para irnos a la casa a dormir temprano. Al otro, debía tomar un avión de vuelta a su país y debía descansar. Al finalizar la cena le dije » antes de ir casa, vamos a pasar por el malecón, quiero bajar los vidrios del auto y sentir la brisa del mar». Así fue. Fuimos. Cuando ya vamos en dirección de regreso, me dice «este hotel tiene una orquesta que toca todas las noches, bailamos?»
Me sorprendí. Me emocioné. Sonreí y entramos. 
Era lunes, el casino no estaba totalmente lleno, pero había gente suficiente como para sentir que no sentían nada. Inmóviles, frizados en el tiempo, arropados por una especie de hipnosis, clavados entre cartas, ruletas, máquinas, fichas. Un olor a gente que se siente sola.Él me dice «la casa nunca pierde» me toma la mano y cruzamos al salón de baile.
Allí todo era rojo. Más mozos que personas en mesas. Las chicas sentadas en el bar esperaban a sus clientes con su tarifario y menú sexual bien memorizado. Finalmente sale la orquesta, la música se lleva como un tsunami las conversaciones con las miradas. La pista de baile vacía, y él de nuevo me toma la mano y se entrega a su misión: Vamos a bailar. 
Yo sentía las miradas de todos sobre nosotros: los músicos, las coristas, los mozos, la cajera, «las chicas del bar», los tipos en ropa deportiva. Yo me preguntaba :¿Qué miraban? 
-¿Que no sé bailar y a él no le importa?
-¿Lo enamorada que estoy, lo feliz que soy, lo amada que me siento?
-¿Mi alegría incontenible?
-¿Lo boba que me veo, al igual que los clientes del casino, en una especie de trance hipnótico en sus brazos?
¿Qué miraban?
– ¿Su propia resignación frente a tantas derrotas amorosas?
– ¿Nuestra ingenuidad de bailarnos, de amarnos como si esto fuera a durar la vida entera?
-¿Qué miraban con tanta sorpresa? 
– ¿Que todavía existen personas que se aman y van a bailar sin haberlo planeado (como dos adolescentes que se escapan para poder besarse)? ¿Qué les sorprendía ? Qué miraban? 
– Dos personas enamoradas y felices que terminan en la pista de baile de un casino donde unos están locos por terminar su turno de trabajo, otros hacen del dicho famoso  «hacer de tripas corazón » un hábito para olvidar que no les gusta su vida. Otros juegan como una forma suicidio, y los músicos No tocan música, solo trabajan. 
Cuando nos fuimos y volvíamos a casa, pensé: Hubo una época de mi vida en que yo era así : una infeliz paranoica, que lo que no podía contener no era precisamente alegría, sino el llanto. Perdida, herida, la diferencia es que nunca fui a un casino, pero sí me hice daño.
¿Quién diría que una noche de verano y desde otro nivel de conciencia, yo sería feliz, tan feliz que aún en el lugar más triste, podría repartir alegría? ¿Quién diría que me pedí perdón y me perdoné?¿ Quién diría que todos me iban a mirar solamente porque soy genuinamente feliz, porque estoy de vuelta al Amor, aunque necesite lecciones de baile, quién lo diría? Eso miraba yo, a él, al amor.

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