La noche no es para niñas

La noche no es para niñas

Tan solo leer o escuchar el título de la obra que concluye la temporada Shell de Teatro de la Sala Ravelo tenemos que pensar que de lo que se trata es cosa seria y para gente grande.

Acompañamos a la gente de Producciones Pandereta la noche del estreno de “La noche no es para niñas”, una adaptación de Niurka Mota de la novela de la escritora española Rosa Montero “Te trataré como a una reina”.

Bajo la dirección de Danilo Taveras y con un elenco estelar de actores (Augusto Feria, Víctor Pinales, Fifi Almonte y la propia Niurka Mota), se cuenta la historia de cuatro personajes unidos en la impotencia de sus propios propósitos frustrados y en la violencia y el dolor que esta desencadena en unos y otros para acabar perdiendo la vida, matando en el hospital y en la cárcel.

La obra que tiene tanto la escenografía como las luces a cargo de Bienvenido Miranda, empieza con Vicente (Víctor Pinales) ofreciendo declaraciones a la policía acerca de un acontecimiento aparentemente violento.

La escenografía siempre estuvo a la vista del público, con un bar, mesas con sillas al estilo de las barras, dos grandes palmeras al fondo y en el lateral, una camita en un espacio diminuto.

Delante de ella y sentado en una silla apareció Vicente diciendo que no lo hizo, pidiendo que no lo saquen en la televisión, que no le tiren fotografías y respondiendo preguntas a tres policías –que estaban representados por tres luces que se encendían y se apagaban alternando con la cara de este que respondía a su mandato a uno, otro y otro lugar.

Finalmente después de este juego en el que quedaron revelados muchos aspectos del problema y del papel del cuerpo de la policía y la forma en que un acusado se defiende o se implica en un hecho intentando responder ante la presión de sus inquisidores, él prometió contar exactamente lo que pasó.

Tras un blackout apareció el propio Vicente, dueño del cabaret Desireé limpiando el mostrador y llamando a Bella (quien dio sus primeras señales de vida en el interrogatorio) quien cantaba mientras se preparaba para salir a hacer su show.

Bella (Niurka Mota) es la reina de la barra de mala muerte, canta boleros, limpia el bar, sirve tragos y desde pequeña soñó con ser una gran artista y aún mantiene esa esperanza.

Al bar llega un cubano al que le dicen Paco (Augusto Feria) y que se comporta como si fuera el dueño, entra a la barra, se sirve el trago y se va a sentar en medio de una tensa reacción de Vicente, el dueño.

No ha pasado mucho tiempo cuando aparece en escena Vanessa ¿ese es su nombre real? (Fifi Almonte) borracha, vestida juvenil y estrafalariamente, con una botella de cerveza vacía y pidiendo de una forma reiterativa y con un acento muy gracioso “papi dame un trago, papi dame un trago, papi”.

La desfachatez de Vanessa chocaba inmediatamente con el comportamiento ‘decente’ de Bella y encajaba de alguna manera con el evidente descaro del cubano para quien no cabía dudas de que en el mundo no había nada bueno que no estuviera en La Habana.

Vanessa insultaba a unos y a otros intentando obtener lo que ella quería, mientras Bella se dejaba engatuzar de Paco (que le prometía un triunfo seguro en el Tropicana) y Vicente mediaba entre unos y otros intentando mantener a punto sus propios dramas.

Cada uno se fue revelando en medio de una increíble crudeza que les permitía sacar a flote a los buenos actores que estaban detrás de cada uno de esos papeles.

Vanessa (la hija de una prostituta a la que no veía hace años) mientras esperaba en su pequeño cuartucho a Vicente. Vicente mientras soportaba al aprovechado hombre que lo engendró. Bella mientras cantaba “Sabor de engaño” y otros boleros y Paco, solo su baja condición humana se mantuvo presente hasta el final.

Todos los actores que participaron en esta trama que es además una propuesa crítica contra las injusticias que se dan en todos los estratos de nuestra sociedad, logran un alto nivel de entrega y desde cualquier asiento de la sala nosotros reímos, nos emocionamos, nos entristecemos y vemos reflejados ahí muchos de los roles que elegimos los humanos hasta quedarnos atrapados en una telaraña del mal de la que no sabemos cómo escapar.

[b]NIURKA MOTA SIEMPRE QUISO SER CANTANTE[/b]

Al acabar la pieza nos dirigimos al camerino a felicitar a los actores que participaron en la pieza, pero como el oficio obliga, lo hicimos grabadora en mano. Encontramos a Niurka La Bella emocionadísima abrazando “ay, ay Marivell, que chulo, que chulo…”.

MC: ¿Cómo te sientes después de la primera puesta en escena de “La noche no es para niñas”?

Niurka: “Jadeando de la emoción, porque tú sabes que uno siempre hasta el primer día del estreno uno tiene siempre el temor de que algunas cosas salgan mal y realmente yo no sé si fue la energía positiva, la unión que hemos logrado y parece que eso salió en escena”.

Ahí entraba un grupo de actores y amigos que vinieron a acompañarlos (doña Carmen de Heredia, Edilí y Rafael Ovalles, Claudio Cohen, Franklyn Domínguez, Monina Solá) y todo el mundo reía con la radiante felicidad de Niurka “cuánta gente linda, gracias, gracias”.

Me contó que fue el diseñador dominicano Leonel Lirio el que le recomendó que leyera la obra de Rosa Montero, “me dijo esta es una versión buena para teatro”.

Desde entonces pasaron casi tres años, tiempo en el cual lo que hizo fue trabajar en la adaptación de la obra; “fue mucho trabajo porque eran 17 personajes y yo los reduje a 4 solamente. Ella lo vio cuando estuvo aquí, le encantó, le fascinó”.

Le dijo la escritora que no podía volver para el montaje pero que le gustaría que le enviara todo lo que saliera de la misma.

Fuimos testigos del gran abrazo que le dio a Danilo Taveras, el director, cuando este entró al camerino y volvió a nosotros para explicarnos “este montaje que Danilo hizo él lo dibujó, porque tú sabes que cuando uno hace una versión teatral, uno solamente escribe las letras y escribe la realidad y da el tema, pero es el director el que se encarga de poner cada cosa en su sitio, de darle vida, de hacer ese cuadro y yo diría sinceramente que todo lo que se vio ahí eso fue obra de él”.

MC: ¿Tú siempre te sentiste como Bella desde que empezaste a hacer la adaptación?

Niuka: “Toda la vida, desde chiquita. Déjame decirte que yo siempre he sido una cantante frustrada y lo único que yo no pude hacer en la vida es cantar, cantar. Porque desde pequeña eso es lo que me gustaba, cantar”.

Pero Niurka se crió en Hato Mayor en la época del dictador Rafael L.Trujillo y entonces “era muy lejos y muy difícil el arte. Había que venir para acá para Santo Domingo y yo me quedé con eso. Pero sí te puedo decir, no como Bella, pero yo me he pasado la vida entera cantando, de una u otra forma, cantando en mi casa, cantando con las amigas, cantando en cualquier lado”.

MC: ¿En esta época se estila un poco más lograr una obra que deje a la gente feliz y sin embargo ese no es el caso de “La noche no es para niñas”?

Niurka: “Es la idea realmente, que sea una obra reflexiva, que la gente se dé cuenta de que la violencia está acabando y que esta no tiene límites y que no podemos seguir en un mundo tan violento y tan desesperanzado. Matar a Paco es matar la violencia…”

[b]DANILO TAVERAS: EL HUMOR NEGRO ES NUESTRA FORMA DE HACER TEATRO[/b]

Nuestra siguiente víctima estaba justo al lado de nosotros: Danilo Taveras. Solo dimos un breve giro de menos de 60 grados y ya estábamos frente a el, que al contrario de Niurka no presentaba ninguna señal de extraordinaria emoción.

MC: ¿Qué significa para ti Danilo trabajar en esta obra con este texto de Niurka?

Danilo: “Me encanta el humor negro. Me encanta hacer reír a la gente. Sobre todo hacerla reír de manera reflexiva. A mí no me gustan las comedias banales, de situación, puede que las haga, y las he hecho, pero cuando se trata de humor negro, ahí estoy yo, porque yo creo que esa es la forma dominicana de expresarse teatralmente hablando”.

“Europa tiene su comedia francesa, su drama inglés, cubano sería si fuese tragedia, puertorriqueño igual. El dominicano igual le llamamos el PPH a la gripe que anda entre la gente. O sea, en siendo cosas negativas le ponemos un nombre y nos reímos”.

MC: En cuanto a los actores que tienen cada uno una participación muy intensa en la obra, ¿cuánto tiempo duraron ensayando?

Danilo: “Mira fue tiempo récord, mes y medio, para darle forma a la idea, ya que el texto estaba ahí. Todavía ayer yo decía que mañana es el estreno y me decía !mañana!. Ya todo el mundo conocía su personaje porque mi estilo de dirigir es trabajando a los actores para que conozcan la sicología del personaje y luego sabe que no hace esto, no hace aquello o por ejemplo el personaje de Niurka tú te imaginas a Niurka intercambiando con una primera dama, no, ni vestida perfectamente, no; así mismo la otra en un cuartico de mierda hediendo a todo, tú te la imaginas vestida de otra forma a la hija de una prostituta que hace 8 años que no la ve y un padre que nunca vio, que no se ha metido a cuero todavía, de hecho lo es, pero no lo sabe que lo es, ella no se ha enterado…”

MC: Porque los cueros son las que cobran…

Danilo: “Esta no cobra, pero vaya”.

MC: ¿Con qué palabras le dices a la gente que venga a ver “La noche no es para niñas”?

Danilo: “Con qué palabra?, con mente abierta y con deseos de reírse. De reírse de su propia tragedia, que es lo que estamos viviendo”.

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