La novela del Caribe

La novela del Caribe

En esta área geográfica la literatura revistió una caracterización específica, al ponerse generalmente al servicio de la causa nacional contra el yugo español. Quien mejor encarnó los presupuestos resultantes fue el puertorriqueño Eugenio María de Hostos (1839-1903).

Como en el caso de José Martí, su agitada vida de luchador apenas le dejó tiempo para la dedicación a breves relatos líricos y a una novela, La peregrinación de Bayrán (1863).

 Replanteó de alguna manera el dilema de los pensadores argentinos entre civilización y barbarie, pero resuelto en términos muy diferentes: para Hostos, las ciudades (que habían sido el baluarte colonial por excelencia en su país) son las corruptoras; las posibilidades de libertad, que al no existir comprometen el destino de un idilio, residen si acaso fuera de ellas.

En la causa emancipadora, la abolición de la esclavitud era una parte inexcusable de cualquier programa.

Floreció así una novela anti esclavista cubana: Francisco (publicada en 1880, pero escrita en 1838), de Anselmo Suárez y Romero (1818-1878), respondió a una inspiración romántica; Cecilia Valdés o La Loma del Ángel (cuya versión definitiva aguardó a 1882), de Cirilo Villaverde (1812-1894), que representó un serio intento de comprensión del problema racial, se inscribió en las fronteras del realismo.

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