La Nueva Generación Política

La Nueva Generación Política

JOSÉ R. MARTÍNEZ BURGOS
Como están desenvolviéndose las cosas en nuestro país terminaremos, tarde o más temprano, dándole una patada a la democracia con los fines métodos gansteriles del viejo Chicago. Así es como percibimos los escapes de los regidores, senadores y diputados entre los partidos, cosas en sí muy divertidas y sucias. Lo conveniente seria no traicionar las convicciones, si es que alguna vez se han tenido, pero, ese ha sido siempre el privilegio de los tránsfugas, que son personajes masculinos o femeninos que nunca han compartido sus propias creencias. Es que en este país, todo puede cambiar y volverse al revés, y nadie muere de asombro. Ya veremos cual será el comportamiento de senadores, diputados y regidores, después del próximo 16/08/2006.

Los derrotados de los partidos, tal vez hagan una singular demostración, que perdiendo se aprende y estarán en el mercado esperando las ofertas, para luego decir que perdiendo se gana más. Y desafiando sus respectivos partidos, se destacan más. Esperamos los augurios, porque recordemos que los políticos que se insultan en público terminan abrazándose y comiendo en privado, ellos son como los boxeadores, que si no existiese rivales tampoco habría contratos. Por eso, como dice un viejo aforismo, «Entre sastres no se cobran las hechuras y entre bomberos no se pisan las mangueras». Recordemos que entre estos tipejos podemos pensar en su integridad moral pero no en su integridad física, es que la gran mayoría de nuestros políticos todavía funcionan con esquemas del pasado, es como si aún vivieran en la edad de aquel zorro nacido y criado en San Cristóbal, que manejó el país por 31 años. La República ha cambiado mucho, hasta el modelo de pareja es distinto y las mujeres ni el matrimonio les interesa, la expectativas de vida va en aumento y ya no existen los principios morales. Es que lo que ocurre es que la política siempre ha mantenido su tradición, aún cuando se vea la victoria o la derrota desde otras perspectivas, porque ya no se trata de ideologías sino de racionalidad, de vivir firmemente con los pies sobre la tierra y por supuesto, de vivir el presente. El romanticismo murió la misma noche del 30 de Mayo 1961, pero a veces, nos ponemos tristes porque la clase política no ofrece un ejemplo a los ciudadanos, de que sus principios deberían estar dirigidos hacia la construcción de un país mejor. Pero, a veces olvidamos que el desarme ético comenzó al mismo tiempo que se instalaba la democracia en el país y la crítica colocaba el poder bajo sospecha. Los primeros en despertar del sueño del romanticismo en política, fueron los regidores con sus altos sueldos, luego le siguieron los legisladores con sus Ng. Subió el precio de la libra de regidor y se formó e instaló una nueva clase dominante cómplice de la dictadura y a la democracia se sumaron los ricos -que en el poder no implica que roben menos- y se fusionaron con la vieja oligarquía y surgieron, también los nuevos paniaguados, que se ganaron ambos un espacio mayor en el horizonte de la política, para surgir luego la cloaca de la corrupción que cada día tiene más adeptos y que el Estado cada día es más impotente para hacerle frente a ese monstruo.

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