La nueva gramática del  español

La nueva gramática del  español

De la “Nueva gramática de la lengua española”, publicada por nuestra Real Academia Española (Madrid: 2009), me interesa examinar  algunos temas de difícil solución en el pasado y que fueron, o son, objeto de polémica entre gramáticos y lingüistas, miembros o no  de la Corporación.

Entre estos temas están el uso correcto del gerundio; el uso correcto de le y lo, pronombre personal el primero y complemento de objeto el segundo; el uso correcto del adjetivo posesivo cuando lo poseído está en singular y existen varios poseedores. 

Con respecto al primer tema, de enorme dificultad, son pocos los que salen indemnes cuando usan el gerundio, algo aparentemente trivial, ya que las gramáticas simplifican el asunto al decirnos que el gerundio es una forma verbal que termina en ando/endo, pero no nos ilustran acerca de la complejidad de su uso. El segundo tema, duro de matar, aparece en diferentes gramáticas envuelto en una confusión que por más filigranas verbales que se empleen, nos autorizan siempre a caer en el uso indistinto de le y lo como pronombres. Hace años que Don Salimoy, gramático mexicano, zanjó el problema al proponer el uso exclusivo de le como pronombre personal y lo como complemento que designa conceptos, animales y cosas. El tercer tema, aparentemente inocuo, no nos advierte de los riesgos de absurdos, contrasentidos y anfibologías en que solemos caer cuando usamos en singular los posesivos que remiten a poseedores en plural. 

La regla lógica y semántica enunciada por el gramático mexicano Don Salimoy es la siguiente: “¿Cuántos corazones tiene usted? ¿Verdad que la respuesta (es) en singular? UNO. Si son dos o un mil personas, ¿cuántos corazones tiene cada una? La respuesta es la misma: UNO. ¿Entonces? Entonces es incorrecto pluralizar lo impluralizable, especialmente cuando se use el adjetivo posesivo.” (Gran cacería de gazapos en libros famosos, México: Panorama, 1999, p. 138) Es decir, que no siempre a un poseedor singular o plural le corresponde lo poseído en plural.

Nuestros escritores, periodistas y maestros, orientadores del buen uso del idioma a quienes no lo dominan cabalmente, reproducen, tanto en libros como en periódicos y programas de radio y televisión, la confusión al usar en plural lo impluralizable. La confusión más común es la que con acierto ilumina la “Nueva gramática…” con respecto al sustantivo casa, que nuestros escritores, periodistas y profesores pluralizan: “cuando los televidentes ya han llegado a sus casas”.

Otros errores garrafales y flagrantes se producen con algunos órganos del cuerpo humano que solamente existen como unidad: corazón, voz, hígado, páncreas, etc. Ejemplos de uso incorrecto: Abramos nuestros corazones ante el infortunio del hermano pueblo haitiano, clamaban muchos sujetos el pasado 12 de enero; Ahora entonemos con nuestras voces las notas del glorioso himno nacional, he oído decir centenas de veces. Los médicos llegaron al baile de gala acompañados de sus esposas. O tantas otras, esta expresión: Estimados graduandos, ahora recibirán sus diplomas que los acreditan como profesionales, dicen los rectores universitarios, y como bachilleres, los directores de colegios y liceos. Y al lector se le formula la misma pregunta de Salimoy: ¿cuántas casas tiene cada televidente o todos juntos?, ¿cuántos corazones tiene un dominicano o todos juntos?, ¿cuántas esposas tiene un médico o todos juntos?, ¿cuántas voces tiene una persona o todas juntas?, ¿cuántos diplomas recibirá un graduando o incluso todos los graduandos de la indefinida promoción? Pues claro que UNA o UNO. 

 La nueva gramática dice: “Son varios los posesivos que resultan compatibles con sustantivos masculinos y femeninos, tanto singulares como plurales. Esta carencia de distinciones morfológicas produce algunas situaciones de ambigüedad que pueden ocasionar anfibologías. Así, a los posesivos su y suyo corresponden seis significados: ‘de él’, ‘de ella’, ‘de ellos’, ‘de ellas’, ‘de usted’, ‘de ustedes’. Fuera de contexto no es posible saber, en principio, cuál de los seis resultará adecuado, pero el sentido se esclarece fácilmente en los textos orales o escritos. Excepcionalmente, el posesivo nuestro con sus variantes de género y número alude a un solo individuo en el plural de modestia (…) y el plural mayestático (…).” (Pp. 1340-1341).

Razón por la cual el contexto es una parte inseparable del discurso, que no otra cosa es lo que nos proporciona la Corporación de Madrid en el fragmento supra indicado, pero que el estructuralismo lingüístico lo ha considerado, en su dualismo metafísico, como algo suprasegmental. Por cierto, ese dualismo es el que acompaña la teoría y la práctica lingüística de la voluminosa nueva gramática de la RAE.

Hay una pista muy bien brindada por la nueva gramática de la RAE con respecto al punto 18.1k (p. 1341) cuando dice: “Los posesivos que no distinguen léxicamente el número de poseedores pueden poner de manifiesto esta información en la concordancia con predicativos o con complementos nominales, Así, no es posible deducir cuántas personas llegan de la expresión “su llegada”. La Corporación brinda dos ejemplos: “A mí solo me han pedido que garantice su llegada sano y salvo (Rojas, C., Hidalgo; y, “Se fotografiaron juntos para la prensa gráfica, y su imagen abrazados fue la más recogida de todo el partido (As 24/05/2005).” Solamente el contexto del discurso es capaz, en el primer ejemplo, de decidir si el posesivo que corresponde a “su llegada” y a “sano y salvo” es un colectivo singular (un batallón, un equipo deportivo, etc.) o un sustantivo singular. En el segundo ejemplo, la tentación del escritor, periodista o maestro que no domina este tinglado gramatical de difícil distinción, la tentación de escribir o decir “sus imágenes” es demasiado grande a causa de la analogía con “abrazados” y la experiencia incorrecta de “sus corazones”, “nuestras voces”, “sus esposas”, “sus casas”.

Es difícil, pero no imposible, llegar a dominar este punto 18 de la Nueva gramática de la lengua española titulado “Rasgos gramaticales de los posesivos”.

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