La nueva masculinidad trae mejores padres

La nueva masculinidad trae mejores padres

Virilidad, fuerza, vigor y jactancia conforman un antiguo estereotipo de masculinidad que comienza a desaparecer inevitablemente, gracias en gran medida a que la mujer luego de la Revolución Industrial empezó a salir al terreno laboral y hoy en día es capaz de construir el bienestar económico de la familia en igual medida que el hombre.

Y es que ha llovido mucho desde aquella concepción de nuestros abuelos según la cual el hombre era temido y respetado, pero a costa de mantener siempre una imagen “dura”, no pudiendo mostrar sus emociones ni acercarse a sus afectos sin ver quebrantada su imagen de autoridad.

Según explica Solange Alvarado Espaillat, directora del Centro de Atención a Sobrevivientes de Violencia de la Fiscalía del Distrito Nacional, en la “Guía práctica para la familia actual”, la imposición que implica la distribución de tareas en función del género ha privado a los hombres de la posibilidad de involucrarse afectivamente con sus hijos e hijas y sentirse parte de los descubrimientos de cada día que los hace crecer y transformarse en adultos.

“Esta forma de ser padres los ha privado de cargarlos, limpiarlos, dormirlos y disfrutar de su risa y del toque en el rostro de sus manitas cuando aún son bebés”, explica.

Así mismo, Alvarado -quien también es directora del Departamento de Psicología de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra- advierte que cuando los hombres se atreven a ser valientes dejando atrás el modelo de paternidad machista y deciden ser padres con todo lo que implica, se percatan de que salen ganando, no sólo en la relación con sus hijos e hijas, sino también ellos como seres humanos.

“La nueva masculinidad implica asumir el rol de manera más amplia, de manera más libre, donde se permitan toda clase de emociones. Así éste nuevo modelo de padre, descubre una nueva paternidad, mas responsable y solidaria. Le enseña tanto a sus hijos como a sus hijas que se vale llorar, a pedir ayuda cuando la necesitan, a ser sensibles y empáticos con los demás y a no usar el poder como forma de control y manipulación”, adelanta.

El nuevo modelo de papá. La nueva masculinidad está basada en el reconocimiento del sí mismo y del otro como ser humano, libre, sin estereotipos que lo encasillen y coarten su posibilidad de sentir y crecer en la expresión de sus afectos.

Según explica esta especialista en la guía, es un padre que acepta cuando se equivoca y sabe pedir perdón, acepta que siente miedo y no lo disfraza de ira; que es capaz de decir cuanto ama y lo expresa con besos abrazos y responsabilidad.

Esta nueva hombría nos presenta un padre que piensa primero en las necesidades afectivas y materiales de sus hijos antes que en las de él, que no los olvida porque ya no conviva con la madre como pareja, que no hay que reclamarle legalmente que cumpla con su responsabilidad porque la tiene clara y la defiende.

Con vistas al futuro. En el libro “Tipos que huyen (los hombres prometen pero no cumplen. Las mujeres esperan y desesperan)”, el médico psiquiatra y sexólogo Walter Ghedin dice que aunque los hombres tardaron más que las mujeres en producir cambios en sus patrones de género, los avances logrados son irreversibles. Como el caso de la nueva forma de abordar la paternidad.

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