Los niños obesos tienen un mayor riesgo de sufrir hipertensión que los que mantienen un peso adecuado, según indica un estudio publicado en la revista especializada Pediatrics. La hipertensión arterial es, junto a la diabetes y la hipercolesterolemia, uno de los principales factores de riesgo cardiovascular.

Además, cada vez es más frecuente ver a pacientes que presentan la combinación de hipertensión y obesidad, que ha experimentado un fuerte aumento entre la población infantil y juvenil.

Para comprobar la relación entre estos dos trastornos, los investigadores tomaron la tensión arterial en al menos tres ocasiones a 5.102 estudiantes de entre 10 y 19 años.

Los resultados indicaron que el 4,5 por ciento de los participantes tenía hipertensión, una cifra que se elevaba al 11 por ciento entre los niños que presentaban obesidad. Cuanto mayor era el grado de sobrepeso, que afectaba al 20 por ciento de los estudiantes, más altos era los niveles de tensión arterial.

“Este hallazgo demuestra que es necesario prevenir la obesidad desde la infancia, promoviendo una alimentación sana y la práctica de ejercicio físico en los colegios”, ha señalado Ronald Portman, coordinador del trabajo.

Asimismo, ha recordado que la hipertensión eleva el riesgo de infarto y de ictus en la edad adulta, y que algunos trabajos sugieren que puede tener ciertos efectos neurológicos.