La odorología o peritaje del olor

La odorología o peritaje del olor

WILFREDO MORA
La odorología forense, mejor conocida como peritaje canino, rinde la utilidad pericial tal como ocurre en los peritajes químicos, físicos, biológicos o trazológicos. Hay que decir que todos ellos se refieren a huellas, los cuales tienen el propósito de servir como medio de pruebas en casos de sustanciación de procesos penales.

Expreso mi deseo de ilustrar sobre los fundamentos científicos de la odorología, en primer lugar, por ser una técnica criminalística propia de la antigua URSS y de la Ex RDA, lo cual significa que me hace recordar mis años de estudios en los Centros de Estudios Superiores de mi Rusia querida, a mis profesores y amigos de la universidad. En segundo lugar, porque sé que este artículo va a generar suspicacia en los amables lectores, respecto de cuál es el basamento científico de esta técnica criminalística; cuál es el valor jurídico como medio de prueba para el proceso penal, de la odorología; pero sobre todo, cómo es que se obtiene una huella odorífera. En los mismos países del Primer Mundo esta técnica no ha arribado a la mayoría de edad y se reconoce que muchos de sus resultados suscitan aún polémicas jurídicas.

Contrario de lo que mucha gente piensa, el empleo del perro o can, data de muchos siglos atrás. Aunque su literatura es basta, los estudios arqueológicos nos dicen que en la Era Paleolítica el perro acompañaba al hombre en muchas tareas. En las guerras los utilizaban colocándolos delante en el enfrentamiento directo, los ejércitos contaban con miles de perros de servicio en los campos de batalla. Durante la Segunda Guerra Mundial los utilizaron sobre todo Alemania y los Estados Unidos de Norteamérica, en la custodia de bases militares y territorios ocupados y salvaron miles de vidas humanas dado el entrenamiento que poseían”. Debe mencionarse la utilidad que ha tenido y aún tiene en la Cruz Roja o Media Luna Roja.

Ya en los órganos de la Policía Judicial, los canes sirven para hacer marcajes de personas por sus olores a nivel de laboratorio, para determinar si estuvieron o no en los lugares de los hechos.

Actualmente en América Latina se explota la odorología en el sistema de investigación criminal y creo -porque no estoy seguro- es en los 90 cuando comienza la República Dominicana a entrenar los perros para la odorología, en el Ejército.

¿Qué es, pues, la odorología? ¿cómo es que se extrae la huella olorosa y qué factores inciden en ella? Es imperativo advertir que es necesario tener conocimientos avanzados de biología, se debe conocer tanto la anatomía como la fisiología olfativa del perro, en el nivel de la ciencia medico-legal. Esto supone también saber de la extraordinaria información de que se dispone en clave de la experimentación, y combinado con la criminalística de hoy.

La odorología criminalística es una técnica que estudia básicamente los mecanismos de formación de la huella olorosa, comparándola en los lugares de los hechos y el olor tomado a los sospechosos del delito para establecer coincidencia o no.

Para aplicar esta técnica, lo primero es detectar en el lugar del hecho aquellos sitios u objetos donde el autor halla estado o manipulado (la ventana por la que penetró, el maletín que movió de lugar, el sitio del piso donde estuvo parado para cargar un televisor, etc.) luego se abre el frasco estéril (pomo de boca ancha) de donde se extrae con una pinza también estéril, una colchita o paño de fibras de algodón de 22 x 19 cms, y se coloca sobre la superficie que tuvo contacto con el autor del hecho, dejándose allí por espacio de unos 30 minutos aproximadamente para que recoja los olores existentes.

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