La OEA elige al chileno José Miguel Insulza como su secretario general

La OEA elige al chileno José Miguel Insulza como su secretario general

Por Laura Bonilla
WASHINGTON, Mayo 2 (AFP) – El ministro chileno del Interior, José Miguel Insulza, fue electo este lunes como secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), con el apoyo de 31 de los 34 países miembro, dos abstenciones (una de Bolivia) y un voto en blanco (Perú).

Si bien Chile esperaba que Insulza fuera electo por aclamación, sin la necesidad de una votación, Perú anunció que deseaba una votación para sufragar en blanco, tras acusar a Chile de vender armas a Ecuador durante la guerra con Perú en 1995, pese a que era entonces garante del tratado de paz que le obligaba a ser neutral.

«El gobierno del Perú no podrá acompañar el consenso y pedimos que se lleve a cabo la votación respectiva», dijo el embajador peruano ante la OEA, Alberto Borea. «El Perú votará en blanco expresando clara y firmemente posición, porque es la posición de la paz», añadió.

Bolivia se abstuvo en la votación por su histórico reclamo a Chile de una salida al mar, perdida hace 126 años en la guerra del Pacífico. «Mal podríamos sumarnos a una candidatura que no tome en cuenta esta dolorosa situación», dijo el canciller boliviano, Juan Ignacio Siles.

Siles dijo que Insulza «puede y debe» reabrir en el seno de la OEA una discusión sobre el reclamo de Bolivia, que está «cansado de evasivas que no conducen a nada» y de «escuchar las justificaciones de siempre» por parte de Chile.

«Todos de Chile esperamos esta vez una respuesta positiva (…). Estamos ante el momento histórico adecuado para resolver el tema y sería una irresponsabilidad frente a nuestros pueblos no aprovechar esta oportunidad», manifestó.

Se presume que la segunda abstención en la votación proviene de México, cuyo subsecretario para América del Norte, Miguel Hakim, lamentó que Insulza no se haya retirado del proceso electoral tal como hizo el viernes su único rival, el canciller mexicano Luis Ernesto Derbez, para favorecer la elección de un candidato de consenso.

El viernes pasado en Santiago, al margen de una reunión de cancilleres de 100 países, Derbez «se pronunció a favor del retiro de ambos candidatos para buscar un secretario general que gozara de un consenso genuino», dijo Hakim.

«Este llamado fue rechazado por Chile, por razones que solamente ellos podrán explicar», añadió el funcionario mexicano, que destacó que el interés de su país es «lograr el acuerdo en el hemisferio».

Estados Unidos fracasó por primera vez en los 57 años de historia de la OEA en imponer a su candidato, pero tras la retirada de Derbez decidió aunar fuerzas en torno a Insulza -un socialista de 61 años que también fue canciller y secretario general de la Presidencia de Chile- y le prometió todo su apoyo.

El jefe de la diplomacia estadounidense para Latinoamérica, Roger Noriega, prometió a Insulza «cooperación total» y destacó que la decisión de apoyarlo tuvo como meta lograr «la unidad democrática y no dar lugar a declaraciones fáciles de que el continente está dividido en norte-sur».

«Pese a que el resultado de hoy favoreció al ministro del Interior Insulza, el verdadero ganador de este proceso es la misma organización», afirmó.

El gobierno de George W. Bush apoyó inicialmente al ex presidente Francisco Flores de El Salvador, único país de la región que mantiene tropas en Irak, pero éste retiró su candidatura el 10 de abril por falta de apoyo.

Washington decidió apoyar entonces a Derbez, pero el viernes, cuando la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, notó que la balanza se inclinaba hacia Insulza, decidió transferirle su apoyo. Rice recibirá esta tarde a Insulza en el departamento de Estado.

Insulza y Derbez empataron cinco veces consecutivas con 17 votos cada uno en la elección celebrada el 11 de abril pasado, que fracasó en elegir un secretario general.

El cargo está vacante desde el 15 de octubre, cuando el ex presidente costarricense Miguel Angel Rodríguez renunció al cargo menos de un mes después de asumirlo para enfrentar acusaciones de corrupción en su país.

La OEA, que promueve la democracia y la cooperación regional en temas que van desde la reducción de la pobreza hasta la lucha antidroga, enfrenta una grave crisis financiera.

Necesita inyectar al menos 17 millones de dólares más a su presupuesto de 75 millones -financiado en un 60% por Washington- para poder seguir funcionando.

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