La OEA se pone a prueba

La OEA se pone a prueba

Con el envío a nuestro país de una misión para verificar la situación de los inmigrantes haitianos, la OEA se somete a una delicada prueba de fidelidad, pues solo hallará aquí la realidad de medio siglo de presión abrumadora de inmigrantes que se ven imposibilitados de regularizar su situación migratoria porque han sido abandonados a su suerte por el Gobierno irresponsable y malintencionado de Haití, que pretende desvirtuar el ejercicio de soberanía del Estado dominicano.

La OEA comprobará en Haití que el Gobierno de ese país recurre a tergiversaciones para tratar de presentar como deportaciones masivas lo que en realidad es retorno voluntario de súbditos haitianos que permanecían irregularmente en nuestro país, al que muchos de ellos pueden regresar para regularizar su situación migratoria, una vez que logren obtener del Gobierno haitiano la documentación necesaria.

Tras hacer las debidas comprobaciones, la OEA deberá demostrar fehacientemente que no es la misma que en el pasado, acogiendo mentiras, se prestó para tratar de legalizar atropellos contra nuestra soberanía nacional. El Estado dominicano está haciendo un ejercicio de soberanía indelegable y legítimo para organizar su reglamentación migratoria. A la OEA le toca ahora reivindicar su fidelidad a sus propios principios como organismo regional.

RD-PR: cercanía muy peligrosa

La cercanía entre República Dominicana y Puerto Rico trasciende la distancia física que media en las inquietas aguas del Canal de la Mona. Puerto Rico comenzó un proceso de declive fiscal que ha culminado en el hundimiento de su economía. Año tras año desde la década pasada, la República Dominicana ha estado afrontando un episodio de déficit fiscal que le ha obligado a endeudarse cada vez más. En eso consiste la cercanía con Puerto Rico.

El Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (Crees) advierte que nuestro país, a pesar de la cadena de déficit fiscal y de que entre los años 2000 y 2014 el endeudamiento público aumentó un 600%, continúa postergando la adopción de medidas adecuadas para frenar la situación. Actuemos a tiempo para no correr la suerte de nuestro buen amigo Puerto Rico.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas