La ofrenda de la viuda

<p>La ofrenda de la viuda</p>

POR LEONOR ASILIS
En resumen: “Sean ricos en todo, den con generosidad, y nosotros lo transformaremos en acciones de gracias a Dios”

(2 Co 9, 11)
“Jesús se sentó frente al arca del Tesoro y miraba cómo echaba la gente monedas en el arca del Tesoro: muchos ricos echaban mucho. 

Llegó también una viuda pobre y echó dos moneditas. Entonces, llamando a sus discípulos, les dijo: “Os digo de verdad que esta viuda pobre ha echado más que todos los que echan en el arca del Tesoro”. 

Pues, todos han echado de los que les sobraba, ésta, en cambio, ha echado de lo que necesitaba todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir.”

 A raíz de este texto bíblico que hoy la Iglesia nos invita a reflexionar, podemos hacernos las siguientes preguntas:

 ¿Qué es lo más importante de dar ofrendas a Dios? , ¿Solamente pueden dar ofrendas las personas ricas o millonarias?, ¿Se preocupa Dios por la cantidad de dinero que se le ofrece? , ¿Era bastante lo que los ricos daban de ofrenda?, ¿Qué dijo Jesús sobre la ofrenda que dio la viuda? ,¿Qué dijo Jesús sobre la ofrenda de los ricos?

Una vez hechas estas preguntas, podríamos observar que probablemente las personas veían con admiración a los ricos donantes porque aparentaban dar mucho dinero; pero esta claro que a Dios no se le  impresiona por las apariencias. Él ve el corazón.

Respecto a la ofrenda de la viuda, sabemos que dio muy poco dinero pero Jesús dijo que ella había dado más que todos. Es decir, que matemáticamente no era correcto, pero desde el punto de vista de lo que Dios ve, sí!

Y es que, tal como Jesús explicó a sus discípulos,  los ricos únicamente habían dado de lo que les sobraba, mientras que la viuda había dado todo lo que tenia.  Podemos  concluir que la actitud del corazón es lo más importante para Dios. A él no le interesa tanto lo que hacemos sino por qué lo hacemos.

A nuestro Dios, creador, benefactor y redentor debemos darle  siempre lo mejor que tenemos, jamás las sobras, y con nuestra mejor voluntad, recordando las sabias palabras de Jesús, quien dijo que hay mayor alegría en dar que en recibir.

Sin ánimos de provocar negociaciones como lamentablemente hacen muchos, hay una promesa del Señor en la que Él  imparte bendiciones a quienes siembran generosamente!. Es conveniente también recordar la siguiente cita:

“No junten tesoros y reservas aquí en la tierra, donde la polilla y el óxido hacen estragos, y donde los ladrones rompen el muro y roban. Junten tesoros y reservas en el Cielo, donde no hay polilla ni óxido para hacer estragos, y donde no hay ladrones para romper el muro y robar. “ (Mt 6, 19)

Y la siguiente de San Pablo:

“Miren: el que siembra con mezquindad, con mezquindad cosechará, y el que siembra sin calcular, cosechará también fuera de todo cálculo. Cada uno dé según lo que decidió personalmente, y no de mala gana o a la fuerza, pues ama al que da con corazón alegre. Poderoso es Dios para bendecirles de mil maneras, de modo que nunca les falte nada y puedan al mismo tiempo cooperar en toda obra buena.” (2 Co 9, 9-8)

De otro lado, quienes manejan dineros para Dios deben permitir que otros hombres conozcan qué hacen con esos recursos, como muestra el propio San Pablo:

“Así lo dispusimos, para que nadie tenga sospechas respecto a estas sumas importantes que estamos manejando. Pues procuramos que todo sea limpio, no sólo ante Dios, sino también ante los hombres.” (2 Co 8, 20-21)

En resumen: “Sean ricos en todo, den con generosidad, y nosotros lo transformaremos en acciones de gracias a Dios” (2 Co 9, 11).

leonor.asilis@verizon.net.do

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