Según las proyecciones, este año se perderán 52 millones puestos de trabajo

La pandemia, que inició con fuerza en el mundo en el año 2020, ha impactado en diferentes sectores y asegurar los puestos de trabajo para este 2022 será tarea difícil, de acuerdo a las proyecciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la cual prevé en su informe «Perspectivas sociales y el empleo en el mundo» que para este año la tasa de empleo se situará en 55,9 %, lo que indica un déficit de 1,4 % con relación al 2019.

Según las proyecciones de dicha entidad, en el 2022 se perderán 52 millones de puestos de trabajo a tiempo completo debido a las perturbaciones del mercado laboral provocadas por la crisis que trajo la pandemia del COVID. Sin embargo, aunque es una cifra «extremadamente alta», supone una mejora considerable cuando se compara con el 2021, cuando se mantuvieron 125 millones de puestos.

«Se prevé que la tasa de actividad, que registró un descenso cercano a los dos puntos porcentuales entre 2019 y 2020, se recupere parcialmente hasta situarse justo por debajo del 59,3 por ciento en 2022, es decir, cerca de 1 punto porcentual por debajo de su nivel de 2019», indica el estudio de la OIT.

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La entidad aclaró que muchas de las personas que abandonaron la fuerza de trabajo no han vuelto a formar parte
de ella, por lo que el nivel de desempleo no refleja del todo las repercusiones de la crisis que provocó el COVID a nivel mundial.

207 millones de desempleados

Además, se estima que la tasa de desempleo mundial se mantendrá por encima del nivel alcanzado en 2019 al menos hasta 2023. Asimismo, se prevé que el número total de desempleados ascenderá a 207 millones en 2022, lo que representa un descenso de 7 millones, cifra que contrasta con los 186 millones de desempleados de 2019.

Más mujeres que hombres

De acuerdo al informe, la disparidad es más acusada en los países de ingresos medianos altos, donde se prevé que la tasa de empleo de las mujeres en 2022 sea 1,8 puntos porcentuales inferior a la de 2019, frente a una diferencia de solo 1,6 puntos porcentuales en el caso de los hombres.