La OMC advierte del creciente impacto económico del comercio preferencial

La OMC advierte del creciente impacto económico del comercio preferencial

Ginebra,  (EFE).- La Organización Mundial del Comercio (OMC) advirtió hoy del creciente impacto en la economía mundial de los Acuerdos Comerciales Preferenciales (ACP), que en los últimos años han cambiado la manera de intercambiar bienes y servicios.

 «En los últimos 20 años, se ha cuadruplicado el número de ACP, hasta llegar actualmente a alrededor de 300 acuerdos activos», subrayó el director general de la OMC,

Los acuerdos comerciales preferenciales son aquellos acuerdos que permiten la importación de bienes de los países signatarios con aranceles menores que los establecidos a las importaciones de terceros países y han proliferado al calor de los acuerdos económicos y comerciales de carácter regional.

Inicialmente, estaban motivados por el deseo de evitar aranceles de Nación Más Favorecida (NMF) relativamente altos, pero en los últimos años los promedios arancelarios han disminuido claramente, en la misma medida que han aumentado otro tipo de medidas que, según destacó la OMC, también tienen un componente proteccionista.

La OMC considera que los ACP influyen igualmente en las condiciones de competencia en los mercados, al incluir políticas públicas nacionales que tienen como objetivo proteger el orden público, la salud o el medio ambiente, y que también tienen consecuencias para el comercio, con efectos más o menos discriminatorios.

 Lamy indicó que «no hay motivos» para suponer que el número de ACP deje de aumentar en los próximos años o que estos acuerdos dejen de formar parte a largo plazo de la compleja trama de relaciones comerciales, por lo que pidió a los Gobiernos un nuevo esfuerzo para defender el principio del multilateralismo en el comercio mundial. «El nuevo desafío que plantean los ACP al sistema multilateral de comercio tiene que ver con la segmentación del mercado, porque los sistemas regulatorios, que pueden diverger, tienen ahora más importancia en los flujos de comercio que los aranceles», explicó.

 Lamy, preocupado por lo que en el prefacio del informe definió como «una protección encubierta y una segmentación injustificada del mercado», consideró que esta tendencia «plantea cuestiones fundamentales acerca del objeto y el alcance de la OMC, y del valor que asignan los gobiernos a las relaciones comerciales mundiales».

En su opinión, es necesario reducir el riesgo que se plantea e «incrementar el grado de coherencia entre los ACP y el sistema multilateral de comercio», para lo que propuso, entre otras cosas, solventar las deficiencias del marco legal de la OMC o ampliar los ACP en vigor a terceras partes de manera no discriminatoria.

 Lamy también abogó por acelerar el comercio multilateral «abriendo una agenda de regulación más ambiciosa», aunque dejó claro su escepticismo dando el estancamiento de la ronda de Doha, «que ha puesto en tela de juicio la capacidad y la voluntad de los gobiernos de llevar adelante el programa multilateral».

El informe fue coordinado por el economista jefe de la OMC, Patrick Low, que manifestó a Efe- «la tendencia es cada vez más tratar de cooperar a nivel regional en términos de regulación y cada vez menos que los aranceles sean los que pesan en las decisiones».

 «Esto no quiere decir que no haya todavía aranceles que estorban el comercio y que pueden resultar en discriminación, pero crecientemente la realidad es que la forma en que producimos e intercambiamos está condicionada por las decisiones que adoptamos a nivel de la cooperación regional», agregó Low.

 El economista rechazó que estemos ante el final del multilateralismo, pero reconoció que los cambios de las últimas dos décadas «están dificultando la cooperación a nivel multilateral». Sobre el papel de la OMC, defendió «una mayor coherencia» para hacer frente a la influencia creciente de la cooperación regional, pero sin olvidar que el ámbito global debe ser el marco principal.

 «Es muy importante acordarse de que hay cosas que jamás se van a arreglar a nivel regional, cosas que necesitan una visión global y un nivel de cooperación global», señaló Low, que citó como ejemplos los subsidios, el cambio climático o el propio comercio. EFE

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