Ginebra.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó hoy que ha habido muchos progresos en los últimos diez años en la cobertura y la capacidad de producción de las vacunas contra la gripe, pero advirtió de que el mundo todavía afronta una amenaza real de una pandemia.
“Estamos actualmente mejor preparados para una pandemia de gripe que hace diez años, pero no debemos perder el impulso y aún afrontamos la amenaza de una pandemia en 2016”, señaló la subdirectora general de Sistemas de Salud e Innovación de la OMS, Marie-Paule Kieny, en una rueda de prensa. De cara a la próxima temporada de gripe, “nadie puede predecir» cómo será, dice la OMS.
La OMS lanzó en 2006 el Plan Global de Acción para aumentar el uso de las vacunas estacionales basado en datos, en el incremento de la capacidad de producción y en la promoción de la investigación y el desarrollo para mejorar las vacunas.
En 2006 la capacidad de producción de vacunas se centró principalmente en los países de renta elevada y hoy en día 14 naciones, la mayoría de renta media-alta pero también baja, “hacen esfuerzos por fabricar sus propias vacunas”, señaló Kieny.
Asimismo, en 2006 solo 74 países tenían una política nacional de inmunización contra la gripe y actualmente son 115, entre ellos naciones de renta media baja y uno de renta baja.
Ha habido además un aumento en la distribución de vacunas estacionales en algunas regiones, particularmente en América, si bien este progreso ha sido contrarrestado por los avances reducidos e incluso descensos en otras regiones, “como en Europa, donde la resistencia a las vacunas es muy alta”, recalcó la doctora.
Por su parte, la capacidad de producción global para vacunas contra la gripe pandémica ha aumentado desde unas 1.500 millones de dosis en 2006 a 6.200 millones en 2015, insuficientes no obstante para cumplir el objetivo del Plan de Acción que preveía inmunizar al 70 % de la población con dos dosis (10.000 millones de dosis). Uno de los retos es mantener la capacidad de producción, dado que se ha observado recientemente un descenso.
De cara al futuro, los expertos subrayan la necesidad de presentar más datos para diseñar las estrategias estacionales de vacunación, especialmente para niños y mujeres embarazadas y con una atención especial en los países de renta baja y media.