El descalabro de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA) es cada vez más evidente.

 Las unidades de transporte son cada vez menos. La mayoría de las guaguas se encuentran tan destartaladas que no pueden operar durante las 16 a 17 horas en que eran utilizadas anteriormente.

Una fuente autorizada declaró ayer al periódico  HOY que pocas guaguas están en condiciones de efectuar los turnos de 6:00 de la mañana a 2:00 de la tarde, y de 2:00 de la tarde a 10:00 y 11:00 de la noche.

Afirmó que ya no se trata de la aprobación de una carta de crédito que debe dar el secretario de Hacienda, Vicente Bengoa, con el fin de que lleguen los nuevos autobuses, sino de la solución de la aguda crisis  que es competencia exclusiva del presidente Leonel Fernández. Esta fuente agregó  que no son 300 ni 500 los autobuses que requiere el país, sino una flotilla de 800 unidades, al menos. Alrededor de 500 guaguas serían incorporadas de inmediato al transporte de pasajeros en el área urbana. Cien unidades serían  destinadas a la ciudad de Santiago y 200 reservadas para contingencias que habitualmente suceden en el organismo que presta  servicio en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo. Mientras la OMSA languidece, su director, Ignacio Ditrén, es considerado en este momento “muela de gallo”, pues no hay forma de contactarlo en su despacho y menos por  teléfono.  

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Nada con prensa
El informante dijo que Ditrén prefiere no darle la cara a los medios de comunicación, porque no quiere explotar la crisis que ha causado la falta de vehículos, ni tampoco mentir diciendo que todo está bien. “La verdad de la OMSA está en la calle, debido a que los autobuses ruedan y la gente sabe lo que pasa. Pero Ditrén no puede acabar con su gobierno y denunciar que lo han dejado solo”. Opinó que Ditrén está en una situación difícil.