El Gobierno debe revisar sus programas de asistencia social en los cuales ofrece recursos monetarios como un paliativo para enfrentar las condiciones de pobreza del país, ya que provocan un desincentivo de las personas beneficiadas al trabajo formal.
La afirmación es de los directivos de la Organización Nacional de Empresas Comerciales (ONEC), quienes destacaron que las personas que reciben esta asistencia social monetaria prefieren seguir desempleadas para continuar recibiendo estos recursos.
“Tú sabes lo que está pasando ahora, que las personas que tienen la tarjeta Solidaridad, como muchas de ellas necesitan estar desempleadas para poder recibir el beneficio no quieren que se formalice su trabajo porque pierden la tarjeta y esto es algo crítico, porque se convierte en un círculo vicioso. Hay gente que prefiere vivir de la ‘chiripa’ que tener un empleo formal, porque pierden una tarjeta que el Gobierno está regalando, manifestó Ernesto Martínez, pasado presidente de la ONEC.
Dijo que muchas son personas que pueden trabajar de manera formal e indicó que ya no es siquiera que no hay empleo, sino que el trabajador no se quiere formalizar para no perder un seguro o los beneficios asociados a la tarjeta Solidaridad.
Señaló, además, que los que tienen la tarjeta tienen seguridad social, Bonogas, luz, comida y un incentivo para la escolaridad.
Al participar en el Encuentro Económico de Hoy, junto a Antonio Ramos, presidente de ONEC, y Ana Ysabel Acosta, directora ejecutiva, Martínez consideró que esa política pública tiene que ser revisada, porque en este momento lo que está provocando es que personas que reciben el beneficio no quieran tener un empleo formal.
Indicó que la situación se da sobre todo en el sector construcción y en empleos que no son de tiempo totalmente definido.
“La gente no se quiere emplear formalmente. Entonces nos quejamos de que hay mucha informalidad, pero ahora mismo son precisamente los trabajadores los que no se quieren formalizar por un tema de que van a perder el beneficio social de la tarjeta”, sostuvo.
De acuerdo a datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), los diferentes subsidios en los cuales el Gobierno ofrece una ayuda monetaria a persona de más bajos recursos son: Comer es Primero, el cual tiene un monto de RD$ 700; Bono Luz, con una asignación variable que va entre RD$250.00 y RD$370.00; Incentivo a la Asistencia Escolar, el cual se divide por cantidad de hijos en los hogares, por lo que tienen montos de RD$300.00, RD$450.00 y RD$ 600.00; Apoyo a los Adultos Mayores, que tiene una asignación de RD$ 400.00 y Bono Gas, que tiene un monto de RD$ 228.00.
Todas las asignaciones monetarias se hacen en un período mensual.
De su lado, Antonio Ramos señaló que todo es un tema económico, porque cuando se suma el beneficio que les da la tarjeta Solidaridad y las “chiripas”, quizás resulte un salario normal.
“Pero el usar Solidaridad se convierte en algo que no quieren perder, porque ¿para qué yo voy a perder RD$ 800 o RD$ 500 que me dan por ahí si chiripiando me está entrando el dinero más los que me da el Gobierno? Cualquier problema que tenga de que no conseguí la chiripa tengo el beneficio de Solidaridad que me sirve de ayuda”, explicó.
Ernesto Martínez sostuvo que parte del enfoque que tiene que ver con la asistencia social es que si la persona beneficiada está en edad económicamente activa y físicamente capacitada para trabajar la tarjeta debe tener un tiempo, así como en otros países hay un seguro de desempleo.
Esa tarjeta de Solidaridad debe tener un tiempo de vigencia, porque si no se están creando parásitos. No se puede dar un dinero eternamente a una persona”, dijo.
Reiteró que no se puede otorgar a una persona un beneficio de manera indefinida, sobre todo cuando ese beneficio se pierde cuando la persona comienza a trabajar porque es un desincentivo al trabajo, por lo que entiende que la política hay que reformularla.
Dijo que la situación lleva a la informalidad a contratistas y productores porque no pueden darle entrada como empleados a personas que tienen un trabajo continuo porque esa persona se negaría.
Sector Comercial. Al hacer una rendición de cuentas sobre el comportamiento del comercio durante el año 2016, los ejecutivos de la Organización Nacional de Empresas Comerciales (ONEC) dijeron que el año pasado en sentido general el sector comercial se contrajo un poco.
Antonio Ramos dijo que al ser un año de elecciones, el poco crecimiento que hubo fue el mismo de la inflación y que obviamente unos sectores crecieron más que otros.
Detalló que los sectores que más crecieron fueron ferretería, supermercados y un poco farmacia, mientras que el resto del sector comercio sintió un poco de recesión.
Ramos dijo que al haber sido el 2016 un año estable en materia económica, visualizan el 2017 como un año de mejoría, porque entiende que va a haber un mayor crecimiento para el sector comercial, aunque consideran que hace falta más apoyo en cuanto la formalidad.