Ginebra. Las fuerzas de seguridad venezolanas han maltratado de forma sistemática y generalizada a miles de manifestantes y han detenido de forma arbitraria al menos a 5.000 personas, muchas de las cuales sufrieron “torturas” durante su arresto o reclusión, denunció hoy la ONU.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos presentó un informe preliminar sobre la situación en Venezuela, cuya información recabó con 135 entrevistas a testigos realizadas a distancia -desde Ginebra y Panamá- ante la negativa del Gobierno a darles acceso al país. De estas pesquisas, las primeras de estas características llevadas a cabo por la ONU, se desprende que desde que la ola de manifestaciones comenzó en el mes de abril, el Gobierno ha aplicado un “patrón evidente” de uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes opositores.
El documento señala a la Guardia Nacional Bolivariana, la Policía Nacional y los cuerpos de policía locales. “Varios miles de personas han sido detenidas arbitrariamente, muchas de ellas han sido víctimas de malos tratos e incluso de torturas. Y no hay indicios de que esa actuación vaya a cesar”, denunció en un comunicado el comisionado para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein.
“La responsabilidad de las violaciones de derechos humanos que estamos registrando corresponde a los más altos niveles del Gobierno”, opinó.
Los entrevistados -víctimas, doctores, abogados, periodistas y paramédicos- relataron cómo las fuerzas de seguridad habían disparado sin previo aviso gases lacrimógenos y perdigones contra los manifestantes antigubernamentales. Varias de las personas entrevistadas afirmaron que cartuchos de gas lacrimógeno fueron disparados a corta distancia y que la policía usó como munición canicas, perdigones, tuercas y tornillos. Según las fuentes, las fuerzas de seguridad también habían recurrido al uso de fuerza letal contra los manifestantes.