PUERTO PRINCIPE (AP).- Las fuerzas de pacificación de las Naciones Unidas regresan nuevamente a Haití, pero muchos de los problemas que afectaron a su última misión aquí — incertidumbre acerca de su número, financiamiento, un mandato vago y falta de seguridad acerca de la ayuda a largo plazo — vuelven a presentárseles ahora.

La transmisión del mando de una fuerza multinacional a la de la ONU estaba anunciada para el martes, pero sólo habían llegado al país unas pocas docenas sus soldados.

Tras una década de misiones fallidas, muchos de los habitantes del país se preguntan si las nuevas fuerzas internacionales — que incluyen soldados desde Argentina y Chile hasta Zimbabue — pueden tener éxito esta vez.

«Aquí hay mucha más calma ahora que en nuestro país», dijo el mayor nepalí Depak Basnyat, uno de los seis militares de su nacionalidad que han llegado hasta el momento. «Tenemos mucho interés en hacer proyectos humanitarios y ayudar».

No se había decidido aún dónde estaría el cuartel general de la misión, dijo Adama Guindo, representante de la ONU que encabezará la misión hasta que se nombre a un comandante permanente.

Las inundaciones que mataron a unos 1.700 vecinos y dejaron varados a millares más en remotas aldeas del país han obligado a las tropas estadounidenses a permanecer después del 1 de junio, la fecha señalada para su salida.

Los estadounidenses encabezaban una fuerza de cuatro países que entrega la jefatura a la ONU, además de controlar los únicos helicópteros disponibles en el país.

Esas naves son con frecuencia las únicas que pueden llevar a aldeas remotas, aisladas por las aguas.

A menos que reciban nuevas órdenes de partir, los 1.900 soldados estadounidenses saldrán a fines de mes, muchos de ellos para regresar al combate en Irak.

Se dijo que Chile enviará 165 marineros para reemplazar a sus soldados en el país. Algunos soldados franceses y canadienses de la fuerza de 3.600 hombres se sumarán a la misión internacional. La fuerza llegó a Haití cuando una rebelión derrocó al presidente Jean Bertrand Aristide.

Las Naciones Unidas dijeron que habrá 6.700 soldados y 1.622 policías civiles de 30 países, encabezados por un contingente de 1.200 brasileños.

Brazil, Chile y Argentina han prometido hasta 2,500 hombres. Otros países, de países como Nepal y Ruanda, han prometido 750 hombres cada uno.

El general del ejército brasileño Augusto Heleno Ribeiro Pereira, nuevo comandante de la fuerza internacional, ha expresado preocupaciones.

«El general Heleno tiene una preocupación», dijo el lunes la Agencia Estado, la mayor de Brasil. «No hay todavía definición alguna acerca de qué fuerzas integrarán la misión. Sólo Brasil, Chile, Argentina y Paraguay han confirmado su participación».

La misión de la ONU tratará nuevamente de mantener la paz en el país y de adiestrar a una fuerza policial mal equipada e insuficiente en número, así como promover proyectos de desarrollo.

El Secretario General Kofi Annan ha pedido a los países miembros de la ONU que se comprometan a ayudar al país a largo plazo, a fin de posibilitar su transformación en una «democracia funcional».

El país ha sufrido más de 30 golpes de estado en 200 años de vida independiente.

Pero sólo ha llegado una fracción de los 35 millones de dólares que ha pedido, y la misión aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU deberá ser renovada cada seis meses.