PUERTO PRINCIPE. AP. Naciones Unidas designó ayer al ex presidente estadounidense Bill Clinton enviado especial a Haití, con la misión de ayudar a este empobrecido país caribeño a alcanzar un cierto grado de estabilidad después de sufrir inundaciones y otras crisis.
Es muy importante ayudar a este país, dijo el secretario general Ban Ki-moon en conferencia de prensa en Ginebra.
Clinton es popular en Haití, no así las fuerzas de paz de la ONU, que sin embargo han sido la única fuerza de seguridad en el país desde 2004.
Los cascos azules patrullan las calles y están entrenando a la mal pertrechada policía local para que se haga cargo, pero muchos los consideran una fuerza de ocupación indeseada.
La presencia de Clinton como rostro público de la ONU en Haití ayudaría a atemperar esa animosidad. Clinton dejó un buen recuerdo aquí por amenazar con el uso de la fuerza militar para derrocar a una dictadura en 1994 y luego enviar soldados e infantes de marina para preparar el regreso del presidente electo Jean-Bertrand Aristide, derrocado por un golpe de estado. Muchos haitianos pobres la base principal de Aristide aún añoran el regreso de su líder, derrocado por segunda vez en 2004.
Enfrentará problemas. El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, consideró ayer que el nombramiento del ex presidente Bill Clinton como enviado especial de la ONU para Haití permitirá hacer frente a los problemas reales que afronta el país.
Clinton representa una nueva tendencia enfocada a explorar alternativas.
Zoom
Enviado estelar
El ex presidente de EEUU Bill Clinton, nombrado enviado especial de la ONU para Haití, es un representante estelar, consideró ayer su esposa, la secretaria de Estado, Hillary Clinton. La secretaria de Estado habló así durante una comparecencia ante la prensa en la Casa Blanca para anunciar el envío de 110 millones en ayuda a los desplazados por combates.