Roma. Las agencias de la ONU para la alimentación instaron hoy en Roma a garantizar el trabajo decente para las mujeres en el campo con el objetivo de mejorar sus condiciones de vida y reducir brechas como la salarial, sobre todo en los países pobres.
La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) llamaron en un acto conjunto a redoblar los esfuerzos para trabajar con la mujer rural y acabar con el hambre y la pobreza. Maria Helena Semedo, subdirectora general de la FAO, recordó que las mujeres cobran de media un 23 % menos que los hombres por realizar la misma labor, una diferencia todavía mayor en las zonas rurales, y que todavía muchas de ellas trabajan de forma informal y no están reconocidas en las estadísticas.
“La igualdad de género no es una opción, sino una obligación”, afirmó la responsable, que expresó la importancia de reforzar las capacidades de las mujeres para desarrollar negocios a diario y aprovechar las oportunidades en distintos sectores como la agroindustria o el procesamiento de alimentos. En un contexto global complejo en el que cada vez más hombres emigran de los países pobres y dejan solas a las mujeres, que se deben encargar de la economía de sus hogares, la ONU destacó la necesidad de ayudarlas a tomar decisiones en el ámbito agrícola.
El vicepresidente del FIDA, Michel Mordasini, apuntó que las mujeres en el campo tienen problemas para acceder a financiación, integrarse en el mercado y poseer derechos sobre la tierra, al tiempo que afrontan condiciones laborales precarias -que les obligan a tener varios empleos- y tareas domésticas sin remuneración. Aseguró que la desigualdad de género tiene un “impacto directo en el bienestar de las familias y la resiliencia al cambio climático”, por lo que no es posible avanzar sin la participación de las mujeres.