El próximo día 13 las Organización de Naciones Unidas (ONU) inaugurará su 77° Asamblea General en Nueva York. Presidentes y jefes de Estado o sus representantes ya preparan sus delegaciones para decir presente en la cita mundial. Se espera una buena presencia de líderes latinoamericanos.
Los estragos de la Covid-19 y sus más de 6 millones de muertes, los 6 meses de intercambio de fuego entre Rusia y Ucrania, los millones de refugiados, la escasez de cereales y sus altos precios serían algunos temas en la agenda.
También la cacería que mantiene Israel sobre Gaza, los bombardeos de Arabia sobre Yemen, uno que otros conflictos regionales de África y Suramérica, el creciente éxodo sur-norte, así como los efectos del cambio climático, entre otros, podrían estar presente.
Sobre este último tema, el “calentón planetario”, la ONU recurrió en octubre pasado a efectos técnicos para “pasear un Tiranosaurio rex” por su sede alertando sobre una posible extinción de los humanos.
En lo particular, ya en la Asamblea pasada el presidente Luis Abinader llamó a la Comunidad Internacional a socorrer Haití, envuelto en en el caos, sin autoridad alguna, con escasez de alimentos y en mano de pandillas armadas.
Así que más que fotos y hermosos discursos el mundo espera planes concretos para atenuar algunos males. Sentar en la mesa del diálogo estos guerreros modernos o frenar o un poco la carrera armamentista, sería un gran logro. Por cierto, ¿quién controla el mercado de las armas?