La opinión del FMI sobre el sector externo

La opinión del FMI sobre el sector externo

Dos motivos hacen vulnerables las finanzas externas de la economía dominicana, la compleja situación internacional y los desafíos internos que surgen del mal manejo de las finanzas públicas en los gobiernos de Leonel Fernández. Respecto a lo segundo, las evidencias son los indicadores del 2012, elevado déficit en cuenta corriente (7% PIB), reducción de la entrada neta de capital y de las reservas internacionales brutas, representan solo dos meses de importaciones, muy por debajo del promedio de los países de América Latina.

Significa que el BC no tiene suficiente liquidez para enfrentar repentinos aumentos en la demanda de dólares, para vendiendo dólares directamente a los bancos comerciales evitar depreciación indeseada del peso. Debilidad externa que podría aumentar el riesgo país cuando estamos en el proceso de vender bonos soberanos en el mercado internacional por US$1,000 millones, y que posiblemente se deberá colocar un monto parecido en el último trimestre del año para terminar de ejecutar el presupuesto.

¿Qué sucedió? La política económica del pasado no tomó en consideración lo elemental cuando el 50% de la deuda pública se denomina en moneda extranjera. Por precaución debía ahorrarse reservas internacionales, los inversores necesitan tener la seguridad de que el país se encuentra bien posicionado para enfrentar situaciones externas como la de ahora, de reducción en el ingreso neto de capitales como lo reconoció el FMI en su informe más reciente. Perdimos reservas cuando se debió acumular. Sucedió en el 2011, el flujo total de recursos del exterior (exportaciones, remesas y capitales financieros netos) aumentó US$892 millones respecto al 2010, pero las autoridades dejaron que se perdieran, incurrieron en  exceso de gastos que aumentaron las importaciones en US$1,950 millones. En el 2012 continuó la fiesta, el flujo total de capitales fue US$17,297 millones, parecido al 2011 (US$17,436 millones) y superior al 2010 (US$16,425 millones), redujeron las reservas internacionales en US$343 millones porque mantuvieron la errada política de exceso de gasto público que aumentó las importaciones de bienes y servicios en US$322 millones.

Lo peor es que nada permanente se logró perdiendo reservas internacionales, las mayores importaciones no fomentaron las pequeñas y medianas empresas, las divisas se destinaron a financiar jeepetas, vehículos y gastos de consumo, siendo la razón del bajo crecimiento de 4.5% en el 2011 y 3.9% en el 2012. Para el 2013 se anticipa una reducción en el flujo de capitales del exterior, por menores exportaciones de servicios y reducción de la remesa. Para enfrentar la situación el FMI recomienda flexibilidad cambiaria, para que la mayor devaluación reduzca las importaciones y evitar pérdida de reservas. No estoy de acuerdo con la receta, porque además de aumentar la inflación, reduciría el consumo, la inversión, el empleo y la recaudación impositiva del gobierno por el menor crecimiento del PIB, que se situaría por debajo del 3% de que habla el FMI.

La alternativa para aumentar las reservas internacionales no debe ser que el BC tome prestado a los bancos comerciales la posición en dólares como en el pasado, ello aumentaría la presión sobre el mercado cambiario. Lo recomendable es que gestione una línea de crédito en el exterior. Existen precedentes con bancos centrales de América del Sur.

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