La oposición dispara contra un Chávez inalcanzable

La oposición dispara contra un Chávez inalcanzable

La oposición de Venezuela está instando al electorado a “atreverse al cambio” en el camino hacia las elecciones presidenciales de diciembre, como si los deseos fueran suficientes para sacar del cargo al omnipotente Hugo Chávez

Después de ocho años en el poder, con un torrente de petrodólares a su disposición, el apetito del señor Chávez por centro del escenario internacional y su cuestionable récord de éxito en casa se han convertido en los puntos focales para Manuel Rosales, de 53 años, un gobernador de provincia que se ha convertido en el candidato líder de la oposición.

“¿Quién puede apoyar un gobierno que habla solo de la guerra y la violencia?”; decía ayer el señor Rosales. “¿Y quién puede estar de acuerdo con un presidente que da tal discurso en la Organización de Naciones Unidas que deja a todo el mundo incómodo?”. El discurso al que se refiere, en el cual Chávez dijo a la Asamblea General de la ONU que el presidente George W. Bush era “el diablo”, provocó una andanada de críticas en EEUU y Venezuela, y llamados de varios grupos en EEUU a boicotear las ventas de petróleo venezolano a su mercado principal.

El fracaso de Chávez en el enfrentamiento del crimen en su país -Caracas se ha convertido en una de las ciudades más peligrosas de América Latina- también le está brindando a Rosales la oportunidad de atacar al titular. Esta semana, prometió 5 millones de bolívares (cerca de US$2,300) a los criminales que entregaran un arma de fuego ilegal si logra el cargo.

Una encuesta reciente realizada por Penn, Schoen y Berland, una encuestadora con sede en EEUU, sitúa a Rosales detrás de Chávez; 37 puntos porcentuales de los electores potenciales apoyan al candidato de oposición, comparado con el 50% que respaldan a Chávez.

Sin embargo, los encuestadores concluyen que el nivel de apoyo real de Chávez es probable que resulte mucho más bajo porque un número importante de votantes potenciales temen criticarlo. “Estamos buscando entre 10% y 15% del electorado venezolano que tiene miedo de expresar su oposición a Chávez”, dijo Doug Schoen, quien organizó la encuesta.

Se dice que miles de empleados públicos venezolanos han sido despedidos en los últimos tres años por su apoyo a la oposición. Las manifestaciones de alianza política con Chávez se consideran un pre-requisito para convertirse en beneficiario de los programas de asistencia social del gobierno.

Sin embargo, otros analistas están escépticos de que a pesar de la aparente ganancia de popularidad del señor Rosales, las elecciones derroquen a Chávez.

Con los precios del principal rubro exportable de Venezuela -el petróleo- muy por encima del precio presupuestado, el gobierno de Chávez ha desatado el gasto público, patrocinando así un auge del consumo para generar la impresión de que la economía está mejorando.

Además, persisten dudas sobre la transparencia y confiabilidad de la maquinaria electoral venezolana. Algunos rivales alegan que el referéndum revocatorio de 2004 afectado por  la manipulación del sistema de votación electrónico.

Ángel Álvarez, un profesor de ciencias políticas de la Universidad Notre Dame en Indiana, dice que aún si las elecciones fueran justas, el señor Chávez podría ganar gracias al enorme nivel del gasto público.

Sin embargo, añade, hay una gran tentación para que el gobierno maneje el procedimiento y los resultados de la votación porque el señor Chávez necesita lo que él pueda presentar como un mandato para continuar con su programa populista de izquierda.

 “Las elecciones no van a ser limpias porque Chávez necesita no solo ganar sin ser super-aclamado hasta un grado que le permita justificar la radicalización de su llamada agenda socialista”, dijo Álvarez. “Es difícil ver cómo Chávez podría ser derrotado”.

VERSION AL ESPAÑOL DE IVAN PEREZ CARRION

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