Recientemente Daria Serenko escribió su poema fúnebre “Los Novios” contra la dictadura y la invasión de Putin a Ucrania. Esa denuncia contrasta con la “Oración fúnebre” de Pericles pronunciada el año 431 a.C. considerada como el mejor discurso de toda la historia en el cual se elogia a Atenas, exaltando las virtudes de su democracia.
Tucídides, en “La Guerra del Peloponeso” transcribe lo que él entendió que fue dicho por Pericles, tan preclaro político, orador y estratega militar que la época en que él vivió se denominó “El siglo de Pericles”. Ese discurso fue pronunciado “con ocasión del entierro de los caídos en combate…” durante el primer año de guerra contra Esparta.
Conocedor de la esencia del ser humano Pericles menciona en la parte inicial de su arenga: “… los elogios que se formulan a los demás se toleran sólo en tanto quien los oye se considera a sí mismo capaz también, en alguna medida, de realizar los actos elogiados; cuando en cambio, los que escuchan comienzan a sentir envidia de las excelencias de quien está siendo alabado, al punto prende en ellos también la incredulidad”
Pericles, visionario, proclamó hace más de 2,400 años lo que ocurre hoy día: cuando se reconoce la honestidad de un ciudadano probo, quienes tienen un comportamiento indigno frecuentemente cuestionan las virtudes de los que son enaltecidos por su estilo de vida.
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Pleno de orgullo habló de la democracia: “Disfrutamos de un régimen político que no imita las leyes de los vecinos; más que imitadores de otros, en efecto, nosotros mismos servimos de modelo para algunas. En cuanto al nombre, puesto que la administración se hace un favor de la mayoría, y no de unos pocos, a este régimen se lo ha llamado democracia; respecto a las leyes todos gozan de iguales derechos en la defensa de sus intereses particulares; en lo relativo a los honores, cualquiera que se distinga en algún aspecto puede acceder a los cargos públicos, pues se le elige más por sus méritos que por su categoría social; y tampoco al que es pobre, por su parte, su oscura posición le impide prestar sus servicios a la patria, si es que tiene la posibilidad de hacerlo”
Resaltando “el coraje genuinamente varonil…” de los muertos señaló: …” A ninguno de estos hombres lo ablandó el deseo de seguir gozando su riqueza”. “Encomendaron a la esperanza lo increíble de su victoria final…”. “En ese trance, también más resueltos a resistir y padecer que a salvarse huyendo evitaron la deshonra e hicieron frente a la situación con sus personas”.
“Estos hombres, al actuar como actuaron, estuvieron a la altura de su ciudad. Al entregar cada uno de ellos la vida por su comunidad, se hicieron merecedores de un elogio imperecedero y de la sepultura más ilustre. Este, más que el lugar en que yacen sus cuerpos, es donde la fama reposa, para ser una y otra vez recordada, de palabra, y de obra, en cada ocasión que se presente”.
Siguiendo a Pericles debemos decir: “Loor a los Héroes del 30 de Mayo” al cumplirse en esta semana 61 años del asesinato de Hacienda María ocurrido en noviembre 28 del 1961. Igual loa corresponde a los inmolados en la insurrección de la Agrupación 14 de Junio, iniciada en noviembre de 1963.