La OTAN debe distanciarse de EEUU
en sur afgano, según expertos

La OTAN debe distanciarse de EEUU <BR>en sur afgano, según expertos

Londres,  (EFE).- Las tropas bajo mando de la OTAN desplegadas en el sur de Afganistán para reemplazar a los soldados de Estados Unidos deben distanciarse de las tácticas empleadas por ese país si quieren recuperar la región de manos de los talibanes, advirtió hoy un grupo de expertos.

En su último informe, el Senlis Council, una organización independiente integrada en la Red de Fundaciones Europeas, señaló que la coalición internacional debe concentrarse más en ayudar a la población local a satisfacer sus necesidades que a lanzar agresivas operaciones contra los insurgentes.

Según este grupo de expertos, con sede en París, Londres y Kabul, la mayoría de los nativos de las provincias del sur apoyan ahora a los supuestos talibanes porque son los únicos que les han ofrecido protección y sustento.

Bajo mando británico, en las últimas semanas se ha desplegado en el sur afgano la Fuerza de Asistencia a la Seguridad de Afganistán (ISAF), de la Alianza Atlántica (OTAN), formada por 3.300 soldados británicos, 2.000 canadienses y 1.200 holandeses.

Estos soldados deben tomar el control de las provincias de Helmand y Kandahar al tiempo que Estados Unidos empieza a replegar parte de los 19.000 soldados que hasta ahora tenía destinados allí para operaciones antiterroristas.

Según el Senlis Council, las tácticas agresivas empleadas por EEUU desde la invasión de Afganistán en el 2001 han hecho que crezca la oposición a las tropas extranjeras, sobre todo en la provincia de Helmand, de donde proceden los talibanes.

«La población local está desencantada, porque las promesas de democratización, reconstrucción y alivio de la pobreza no se han cumplido», señaló el director ejecutivo, Emmanuel Reinert.

A la agresividad y «falta de comprensión de las tradiciones y costumbres locales», se añade una impopular política de erradicación del cultivo de la adormidera, la planta de la que se extrae el opio, que está dejando a decenas de miles de afganos en la miseria.

La adhesión incondicional de las tropas de la coalición a la desastrosa estrategia ejecutada hasta ahora por Estados Unidos «está poniendo en peligro a los soldados y sus objetivos de estabilización y desarrollo».

«Su misión ha dejado de ser de mantenimiento de la paz, porque no hay paz que mantener», subrayó Reinert.

Alertó de que los próximos meses serán de «alto riesgo» para las tropas implicadas en la nueva operación antiterrorista «Empuje a la Montaña», diseñada para intentar combatir a los talibanes.

El sur de Afganistán «está en guerra», sentenció Reinert, quien advirtió de que el conflicto puede extenderse a todo el país.

Para restablecer una relación de confianza con los nativos, es imprescindible cambiar la política contra el narcotráfico y buscar alternativas como dar licencias para la producción de opio para el consumo terapéutico y conceder un «periodo de amnistía» de varios años a los productores para que prueben cultivos alternativos.

Según el Senlis Council, también hay que acabar con las muertes de civiles e indemnizar a las familias, así como convocar una jirga o reunión de líderes políticos y sociales locales para llegar a un consenso y estrechar lazos culturales.

Esta política de acercamiento debería complementarse con un paquete de ayuda económica que demostrara a los afganos que existe un compromiso para la reconstrucción y desarrollo del país, dijo el director ejecutivo.

En opinión de Reinert la insurgencia taliban no se derrotará con operaciones militares, ya que «ningún Ejército extranjero ha salido jamás victorioso de Afganistán».

El experto reconoció que puede debilitarse la infraestructura de los insurgentes con la colaboración «diplomática» entre Washington, Kabul y Islamabad, pero advirtió de que es «una misión imposible» pretender controlar la frontera con Pakistán, como pide EEUU.

Tras la visita, ayer, de la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, que hoy viajó a Kabul, el Gobierno pakistaní se ha comprometido a incrementar en 10.000 soldados más, hasta 90.000, las tropas destacadas en esa frontera de 2.500 kilómetros, que «no es física, sino imaginaria», según recordó Reinert. EFE

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