BRUSELAS. El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, afirmó este miércoles que la Alianza «no ve cambios en la actitud de Rusia» en la crisis con Ucrania y que por consecuente mantiene la suspensión de la cooperación bilateral.

«Hoy no vemos cambios en la actitud de Rusia, por lo que no tenemos otra opción que mantener la suspensión de la cooperación práctica civil y militar» adoptada por la OTAN en abril, indicó Rasmussen en una conferencia de prensa en ocasión de una reunión de ministros de Relaciones Exteriores de la Alianza.   «Durante unos veinte años tratamos de construir una asociación con Rusia. Pero Rusia quebró las reglas. Y mermó la confianza», añadió el secretario general.

El ministerio de Relaciones Exteriores ruso indicó este miércoles que esperaba que las «señales positivas» en dirección de Ucrania, como levantar la autorización para una intervención militar en ese país, «sean escuchadas» y promuevan el diálogo en ese país.   El presidente ruso Vladimir Putin pidió el martes a la Cámara Alta que suspendiera la autorización para intervenir militarmente en Ucrania, que había solicitado en marzo, para «normalizar la situación».

También pidió prolongar el alto al fuego provisorio vigente hasta el viernes.   La OTAN, dijo Rasmussen, que considera el plan de paz del presidente Petro Poroshenko como «un paso mayor» para resolver la crisis, pidió a Rusia que cumpla con cuatro objetivos: tomar medidas genuinas y efectivas para cesar de desestabilizar Ucrania; crear las condiciones para que se aplique el plan de paz; que cese su apoyo a los separatistas armados; y finalmente que frene el flujo de armas y combatientes a través de la frontera.

Rasmussen señaló además que Rusia presenta a la OTAN como una amenaza, «cuando en realidad son las acciones ilegales de Rusia en Ucrania que plantean una amenaza al orden internacional».

Los ministros de Relaciones Exteriores de los países miembros de la OTAN aprobaron también una serie de medidas destinadas a ayudar a Ucrania a reforzar sus capacidades de defensa (en el sector de logística, mando y ciberdefensa).   Para ello decidieron la creación de un fondo especial que podría alcanzar los 10 millones de euros alimentado por los países miembros de la Alianza, indicó un responsable.