Favor insertar un “abanicar” de manos aquí). La pantomima es un arte que apela a la mímica –eso mismo, “moriquetas”–  como forma de expresión. O sea, a los mimos se les puede cortar los ojos y hasta caerle atrás (con un algodón empapado en crema Pond’s para remover maquillaje) y no dicen ni “jí”.

¿Mimos famosos? Marcel Marceau, Charles Chaplin, y el “barbarazo” que piropea con un “mami” gestual: labios apretados y mirada vidriosa en lo que balancea los puños… Siguiendo con las actividades de nuestra primaveral y calurosa ciudad, los hará mejores personas saber luego su éxito en Brasil el Golden Boy, Avicii, llegó ayer en avión privado, nor-mal, para su presentación hoy en Pelícano Beach Club, la cual promete ser todo un evento al estilo PAV Entertainment. 

No podemos dejar de mencionar la fiesta Bacanalia,  mañana en una locación secreta que será revelada horas antes. La fiestecita, que tiene a medio Santo Domingo al borde  del paroxismo, incluirá  grupos musicales extranjeros y es el secreto mejor guardado. Y el viernes pasado Mimilo Jiménez y Marion Batlle dijeron adiós a la soltería en Romana, en estricta intimidad familiar; eso sí, con la alta tasa de gozo que suele caracterizar al clan Jiménez.

Marion escogió un delicado vestido con escote “palabra de honor”, que luego cambió por otro color champagne –por cierto, la bebida oficial–  ambos de Lanvin, que la hacían lucir como escapada de Vogue. 

 (Mis dotes de pitonisa indican que detrás de tanta sencillez se escondía un Lanvin o un Balenciaga. Esa serena elegancia nunca se consigue con un Alice & Olivia, nunca). Uno de los momentos más simpáticos de la fiesta, que se prolongó hasta la llegada del alba, fue cuando la novia tiró el ramo, y por obra y gracia del crossfit, casi llega al patio vecino.

Al lanzarlo por segunda vez, con la misma energía, Pamela Hartling corrió como el Súper Sánchez (en tacos, para mayor crédito) lo atrapó y fue donde Bobby Jiménez y le dijo sonriente “mira, yo atrape el ramo” ante las miradas complacidas de todos. La nueva pareja de esposos, se encuentra disfrutando de su luna de miel en China, donde aparte de felices, es posible que coman perdices. (El menú de los chinos es muy amplio, ¿no?).

 Para finalizar, una merecida adivinanza. ¿Cuál será la identidad del “novio bota’o” que tratando de arreglarse mandó a un mimo con globos? Ocurrió en Romana, donde el pobre Marcel Marceau-wanna be estuvo a punto de ser “sonado” porque pensaban que era un ladrón. Ante el ambiente hostil, no tuvo más remedio que preguntar si era la casa de nuestra protagonista… ¿Los hombres no lloran y los mimos no hablan? ¡Yeah, right!