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Ya es oficial. Hemos acaparado la atención mundial. La forma en que la población de esta media isla reacciona ante la ola de calor es motivo de estudio. O sea, piense en la delegación “no-me-recojo-el-pelo-ni-muerta” –sí, yo también tuve que prender el aire– ¿realmente esperan que alguien les crea que son felices con la melena suelta? Se cuela que hace unas horas aterrizó un avión privado con un grupo de científicos en misión especial. ¿El objetivo? Localizar a un pintoresco personaje, a quien sus compañeritos del “gym” llaman cariñosamente… Lady Gaga. Una fuente de entero crédito nos informó que la industria cosmética ha desatado una lucha titánica para obtener la fórmula que le permite asistir al gimnasio con los moños sueltos y más capas de maquillaje que un dulce milhojas… y no transpirar. A propósito del mundo de la moda, Mónica Angulo, de la revista Blush,  estaba en Nueva York, de lo más “quitá de bulla”, junto a su bebé Javier Castillo,  y fue fotografiada por Scott Schuman, de The Sartorialist. (Dios sabe lo que hace, ¡si fuera yo no le hablara a nadie! ¿Dije eso en voz alta?). Si usted acaba de regresar de un viaje a la Luna, a lo mejor no esté al tanto de que es “el blog”, epítome de lo chic, donde Scottie –ya estamos entrando en confianza–  recorre las calles del mundo con su cámara retratando a aquellos con estilo… ¡Qué vida tan dura! Además, es importante para su sanidad mental saber que cerveza Presidente viene con la versión 2012 de Barbarella,  30 de junio/Marina de Sans Soucí, y Pav Entertainmet tiene a su cargo la producción, la cual promete ser memorable.  Y hablando de sorpresas, el siempre encantador Jesús Yunén ofreció un coctel por la apertura de Baduí Restaurante & Lounge, donde los invitados pudieron disfrutar deliciosos platos de cocina internacional,  con un toque francés.  Pero el evento más comentado de la semana fue la boda de Jorge Leroux y Francesca Robiou, en la Catedral, y que reunió toda la gente linda de la bolita del mundo. La novia, preciosa, finísima y muy chic,  en Vera Wang, desfiló emocionada hasta el altar del brazo de un orgulloso Frank Cabral, donde la esperaba sonriente su futuro esposo. El cortejo, uno de los más bellos que hemos visto, estuvo compuesto por las damas María Cabral y Nicole Valdez, y alrededor de quince pajecitos, con el tiempo reglamentario de siesta y suspensión de dulces 48 horas antes del evento, en fin, niñitos encantadores, adorables, manejables y bien vestidos.  Dos momentos “Kodak” fueron cuando Sebastián Handal Cabral desfiló previo a la novia, con un letrerito que decía “Viene la «Novia»” y luego, junto al resto de los pajes,  María Victoria Evertz Cabral llevaba en brazos  a Mumi, la mascota de Francesca, con un lazo beige en el cuello. La recepción aconteció en el hotel Hilton, con una decoración fuera de serie, a cargo de Chaly Eventos, todo exquisito, un verdadero tributo al buen gusto. El ambiente,  sumamente festivo, donde todos se dejaron contagiar de la alegría de los novios, y se dice que lucían tan enamorados como si Cupido fuera su “stalker de la guarda”, y les disparara flechitas cada cinco minutos, cual antibiótico recetado.  Entre los invitados, Anthony Handal y Viviana Cabral,  Mario Cabral y Elila Valdez, Oriett Domenech, Carlos Castillo y Laura Fernández, divina, con un modelito de Nubah. Luciendo fenomenal, Laura Castilo en Cavalli,   Luli Ferrer, con una pierna escayolada, como dicen en el Hola!, pero sin perder el glamour,  Raquel Jacobo, y Karla Betances de Tarrazo, con un traje que susurraba “lo siento, no soy de fabricación masiva”. Entre las personas con más alta tasa de gozo, Giuseppe Bonarelli e Ileana Pesquera, Tito Elías, Marcelo Mella, Manuel Tarrazo y Amalia Troncoso. Y al igual que en los cuentos de hadas, la fiestecita se extendió hasta la llegada del alba, y vivieron perdices y comieron felices. Y para finalizar, una merecida adivinanza.  ¿Cuál será la identidad del joven que al verse rodeado de it-girls sufrió de un “ataque de más”,  que casi le cuesta el noviazgo? Se ha determinado que esta patología la padecen  los  dominicanos frente a una mujer atractiva. ¿Los síntomas? Son tres y van precedidos del adverbio “más”: más elocuentes que una cotorra en “tiempo de seca”, más sonrientes que una “Miss algo” y más inocentes que un bebé Gerber, porque creen –en su locura momentánea–  que nadie se está dando cuenta. Sí, a ellos también les aplica lo de “menos es más”.

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