Me sentí de otro planeta. Una Skipper en el país de las Barbies. Desterrada de Silicon RUs y fármaco-dependiente de por vida al guonderbrá. Salí de casa muy sonriente, pese al calorazo. Las razones eran esos detalles sencillos que hacen la vida más hermosa y que inspiran los comerciales de Mastercard: había luz, volví de la oficina sin que ninguna esponja voladora marca Acme saltara en mi vidrio, y los moños parecían estar ignorando, con mucho éxito, al calorazo arriba mencionado.
Además, acababa de redescubrir en mi clóset una blusita de lace, adquirido en especial varios meses atrás, y me la tallé con el genuino entusiasmo, ilusión y esmero del primer día de estreno. Ante tanta dicha y transformada en un fashion icon, (en mi mente, desde luego), dueña absoluta de la noche ¡Cuánto dramatismo! Admítalo. Corín Tellado es una ensalada de repollo de las de Kentucky Fried Chicken al lado mío mi amiga S y yo ordenamos unos medicinales vodka cranberry.
A la media hora el mismo pánico que sentí la primera vez que crucé por Victorias Secret, se apoderó de mí. Un Déjà vu de Baywatch nos persigue en cámara lenta… ¿Y es que ahora todas vienen con airbags? ¿Efectos secundarios de los alimentos transgénicos? Para colmo de males, un conocido soltero exhibe orgulloso a su novia tres copas más amplia que la anterior compañera sentimental y quien parece que compra sus blusas en el departamento de tineyers de Zara, pese a que alcanzó la adultez hace tiempo.
No obstante esta discrepancia con los sizes, no me sorprendería que al igual que el yogurt Breyers manotea a su competencia con un letrero que dice 33% más que Dannon, veamos a la susodicha paseándose con un poloché (sin mangas y bien escotadito, desde luego) que diga 33% más silicona que Fulana. Luego de tan profunda reflexión, que estoy segura los hará mejores personas, es importante que sepan que Mac Cosmetic acaba de lanzar su edición limitada de nombre Heavenly Creature.
Como su inteligencia superior les habrá hecho notar, está compuesta por una serie de sombritas y coloretes con propiedades mágico-religiosas que te convierten en segundos en una criatura de belleza subyugante y arrebatadora, capaz de producirle una depresión a la misma Carlota de Mónaco. Siguiendo con el tema de cosas de moda, la locura del momento son las mini botellas de Segura Viudas, las cuales sirven en unas hieleras a escala, tan lindas que te dan deseos de vociar: ¡miren a Mr. Grey! y guardarlas en tu cartera oversized. (¿Qué? No soy la única que las usa. ¡Es la moda!).
Siguiendo con nuestro recorrido, los miércoles parecen el día favorito de la Generación Instagram. Es una esquina, Praia con sus Summer Wednesdays, por cuatro años consecutivos, bajo la responsabilidad de Marc Tiernay DAlessandro, y Moji Wednesday, en Mojiganga, cuyo responsable es Manuel Castillo, y que este miércoles se trasladó a la velocidad con que corre El Coyote detrás de El Correcaminos, hasta AMG Café, como una cortesía de la discrepancia existente en la Zona Colonial.
Cabe destacar que este miércoles estuvo en Praia Julián Ingrosso, de Mynt, en los platos, lo que provocó reacciones que rayaban en el paroxismo. En AMG Café, estuvo PSI de NYC, y se dice que las damas agotaron la reserva ecológica de Beringer. Tampoco podemos dejar de mencionar la boda de Sofía Montes y Frank Pimentel, que reunió más chic por centímetro cuadrado que zapatitos Charlotte Olympia en el closet de Oriett Domenech.
La ceremonia religiosa aconteció en la Catedral, donde Sofía, divina en un Oscar de la Renta que destacaba su delicada belleza, desfiló del brazo de su padre Ramón Montes. Sus hermanas, Amparo, Rosa y Raquel Montes, todas como escapadas del Vogue, fueron las damas del cortejo, junto a un grupo de niñitos preciosos, y se dice que fue una de las ceremonias más emotivas y cálidas. La recepción nupcial se llevó a cabo en el Country Club, decorado de forma exquisita, con toda la clase y buen gusto propio de aquellos que predican la discreción y el bajo perfil.
Los amigos del novio, siempre ocurrentes, aparecieron con unos sombreros vikingos disfrutando shots del tequila signature del grupo, y Sergio Vargas se encargó de que nadie se quedara sin bailar. Aparte del exquisito bufé, colocaron varias estaciones de dulces que fueron visitadas esencialmente por los pajecitos. Nota para los pajecitos: Aprovéchense, engullan suspiritos, pies de limón y macarons-arruina-caderas, que todo cambia.
Cerca de la llegada del alba, el hada madrina en forma de caliso, hizo su aparición. Un gesto de invaluable mérito y sensibilidad por el incalculable monto total de la inversión en zapatitos (dorados y plateados, en su mayoría) de marca en pies de las damas. ¡Ah… las bodas! ¡El que no llora de felicidad en la entrada, lo hace a la salida!
Entre burbujas y Cenicientas modernas
La semana estuvo de lo más variopinta. Desde maquillajes que dan brillo al instante, a nuevas opciones para el calor, sin olvidar.
Rompiendo el hielo. Las mini botellitas de Segura Viuda son el must del verano. El miércoles en la noche, en la terraza de Peperoni, se vieron en casi todas las mesas.
Criaturas celestiales. La colección Heavenly Creature de Mac, tiene características futuristas inspiradas en el universo. Elaborada a base de productos minerales, promete pieles con look de porcelana.
Hada Madrina de los Zapatos. En la boda de Sofía Montes y Frank Pimentel se bailó tanto que no era raro ver los zapatos de las damas agrupados (con mucho glamour, eso sí) en las sillas, mientras sus dueñas seguían la rumba en cómodos calisitos.