La pagina

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Fue algo similar al comercial de Claro.  Favor insertar parpadeo insistente del bombillito rojo del BB aquí.  “¿Viste la foto que acaba de subir fulanita a Twitter?”, decía el tercer chat de esa mañana. “Nooo” escribí nerviosa mientras un sentimiento de ausencia total de actualidad me embargaba. (No puedo con el “inmediatismo” de las redes sociales). “O sea ¿quien le dijo a ella “eta niña, tu ere un maniquí, te puede poner lo que quiera?”, agregaba con mucha gracia, captando toda mi atención. (Dear chats 5 y 6: si sus comentarios fueran tan amenos nadie les contestaría 45 minutos más tarde). 

Y ahí estaba la espeluznante imagen ante mis ojos, ajena a las pesadillas recurrentes que me perseguirán de por vida. Siempre he sido “fashion friendly”. A la moda se le celebran todos sus caprichos. Pero en este caso, era el equivalente a una rabieta. La encarnación negada del glamour.  Material para que Joan Rivers se diera dado banquete “defifarrándola” en Fashion Police. Ouch! En lo mejores de los casos, al igual que Picasso tuvo  sus periodos azul y rosa, las fashionistas van transmutando de un diseñador a otro.

(Salvo Carlota de Mónaco, que aunque usted se la encuentre in-fraganti comprando en Sema, siempre luce como de Chanel). Por eso nos llena de orgullo ver que  Kim Kardashian no se apea un vestido de Oriett Domenech. El miércoles pasado asistió al desfile de Sherri Hill, durante la Semana de la Moda en Nueva York, vestida con un modelito gris –igual al negro que usó Oriett en el aniversario de Factoría– y escribió en su blog lo mucho que le gustaba la ropita de la joven diseñadora y que estaba obsesionada con ese vestido. No sé para ustedes, pero para mí, obsesionada significa manotear a sus hermanas Khloe (que es medio “manflota”) o a Kourtney si se lo ponen sin permiso. 

Y a propósito de obsesiones, ¿se han fijado en la cantidad de moños “a la Angola” vistos últimamente? La semana pasada lucieron sus chignons Claudette Lalí, Gabriela Geraldes y Niccole Báez, todas muy chic en la fiesta del tercer aniversario de Factoría. El evento fue realizado en un escenario de estilo industrial, dentro de las instalaciones de Charles Summer 8, y como suele suceder en estos casos, reunió a toda la casta del universo fashion, y cuyas imágenes son una cortesía del muy talentoso Raúl Cohen y Liquid.com.do.

Deborah Karter, divina de negro y con unas plumas que la hacían lucir como una criatura alada de extraña belleza, tuvo a su cargo las palabras de bienvenida, y entre los asistentes, Fernando Mármol, Munir Slaiman, Manuni Castillo y Letty Rivera, que nunca nos decepciona, como tampoco lo hacen Ingrid Sabater,  Jasmin Abu Naba’a, Giovanna Vásquez Podestá y Mónica Varela. Además, Carmen Rita Pérez y  Avin Hernández, Jorge Brown, Sharon Sued, Alessia Seravalle, Lorenzo Vicens, Helen Blandino y José Gámez, Patricia Cocco y Monchi Pérez, en plan “ueje, ueje, nosotros estamos enamorados y ustedes no”,  Andrés Alberto Aybar y Claudia Pellerano. Siguiendo con nuestro recorrido, uno de los eventos más exquisitos fue la inauguración del showroom de Azul Mar, donde usted encontrará el mobiliario que le hará endeudarse en los próximos meses – así como tomarse fotos abrazado de un cojín lindísimo y subirla a Facebook, sin importarle que sus amigos lo relajen–  propiedad de Carlos Malla, Fabio Lopes y el diseñador argentino Hernan Arriaga.

La fiestecita, tipo Los Hamptons, reunió más gente linda que pares de ojos viendo la nueva temporada, sans Charlie Sheen, de “Two and a Half Man”.  Entre ellos, Patricia Álvarez Du Breil (como escapada del Hola!),   Rocío Jiménez, Marua Kury de Bonetti, Paticia Álvarez de Guzmán, Rosanna y Gretna Rivera,  Laura Subero, Janet Rivera, Jonathan Rodríguez Imbert y María Eugenia Pérez Malla, Julio Ortuño, Jenny Polanco y el encantador interiorista Andrés Augusto Aybar. Cabe destacar que los deliciosos hors d’oeuvres (que levante la mano el que haya leído la palabra picadera en esta columna. Gracias), servidos esa noche fueron responsabilidad de Elisa Amalia Cabral y Maja Antún.  Tampoco podemos dejar de mencionar la inauguración de Novo-Centro, donde se encuentran tiendas tan buenas para el alma como U de Adolfo Domínguez, La Perla, La Martina, Dolce Italia y Segafredo.

Lo sé, el crecimiento espiritual toma formas insospechadas. Entre los asistentes, Violeta Canaán, Laura Ovalles, Vera Martínez, Maifer Ovalles, Hipólito Martínez, Leonardo González, Álvaro Gorrin, Sarah Viñas, Ricardo Molini y Eric Michelén. Y para finalizar, este sábado todos los caminos conducen a la presentación de Akon, en el Kartódromo Julián Barceló, bajo la producción de la empresa  PAV Entertainment y la 100.1. El artista, que fue el último en grabar con Michael Jackson el dueto “Hold my Hand”, le llena el Ipod de canciones a Lady Gaga (esa parte me la inventé yo, pero como que pega, ¿no?) tiene más de 28 millones de followers en las redes sociales, ha sido nominado al Grammy  y ha vendido más de 30 millones de discos, promete un espectáculo fuera de serie. Esto ha provocado una efervescencia general del tipo “que ropita es que me voy a poner, depordio” y tanto genuino entusiasmo por parte de sus fans, que las camisas de fuerza deberían ser recetadas como si fuera un antibiótico. O mejor aún, una tendencia como el planking. Lo admito, siempre he sido fashion friendly.

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