Se veía venir. (Se veía venir es la versión light del te lo dije de las madres, siempre expresado en un tono lapidario). Esta conversación pudo llevarse a cabo cinco años atrás. Y a lo mejor hubiera cambiado el curso de la historia, que hoy ocupa los titulares. Katie Holmes: (vociando) miamol, ¡me acaban de llamar para filmar la película de Dawsons Creek!. Tom Cruise (con un truño) I dont think so atento a relajo Joey se besuquió con todos los varones de la serie, y no es verdad que este que está aquí va a pasar vergüenza. Katie Holmes: Pero tú brincaste como un loco en el sofá de Oprah ¡yo dije tierra trágame!.
Conclusión: Tom le barajó el asunto a la pobre Katie. Varios años después: Tom Cruise: (Con los dientes apretaos, como si fuera un ventrículo) Te-he-di-cho que Suri está demasiado agentá, ¡las niñas no usan tacos!. Katie: (tirando un chuipi) Ay déjala, que si sale de tu tamaño, ¡tendrá que andar en tacos siempre!. Luego de ir por la vida con la cara plegá, como si se fuera a poner mala y tuvieran que salir juyendo a buscarle el berrón, Katie Holmes le puso el divorcio a ese otro, apelando, entre otras razones todavía Oprah Winfrey le corta los ojos que no quiere que su hija siga la Cienciología. Y con la misma velocidad con que cambia el precio de la gasolina en esta media isla, se quitó el anillo de casada y anda de lo más contenta.
Y hablando de felicidad, el fin de semana pasado, Romana era pura poesía. Las especies migratorias han decidido peregrinar hacia allá, así que seremos testigos del regreso de las tanorexicas, todas tan bronceadas que harían lucir a Julio Iglesias como una calcomanía de Hello Kitty. O cómo una figurita de Lladró, o como a Gasparín, o como Nicole Kidman… bueno, para los gustos de hicieron los colores, ¿no? Siguiendo con nuestro recorrido, los hará mejores personas saber que Lía Castillo y Eduardo Antún dijeron adiós a la soltería el jueves pasado, en una hermosa ceremonia íntima, muy emotiva, rodeados de sus seres queridos.
La novia, como escapada de Vogue, escogió un delicado diseño de Pronovias, con escote corazón, y como nota simpática, leyeron sus votos matrimoniales en su Ipad. ¡Ah… la tecnología al servicio del amor! Tampoco podemos dejar de mencionar el lanzamiento de la revista ¡Hola! RD, bajo responsabilidad de Mercado Media Network, en el salón La Fiesta del hotel Jaragua, y que reunió más gente linda que vestiditos Mathew Williamson en el closet de Ingrid Sabater.
Los invitados desfilaron por alfombra roja, modelando de forma desinteresada las últimas tendencias de las pasarelas nacionales e internacionales. El altruismo en su estado más puro. (Lo sé, es un sacrificio horrible vestirte a la moda, que te cieguen los flashes, y que salgas divina en la revista ¡No hay derecho!). Entre ellos, Arístides Fernández Zucco y Maribel Haché, impecable en blanco, su color fetiche, tan elegante que hubiese hecho sentir a Carolina Adriana Herrera totalmente inadecuada, Manuni Castillo y Letty Rivera en Oriett Domenech y las sandalias de caracolitos de Charlotte Olympia, por las cuales todas estaríamos dispuestas a mentir y sostener la mirada. Pasándola de maravilla, y sin intenciones de disimularlo, Leonel Lirio, Mariasela Álvarez en Gutiérrez Marcano, Ana Thomén y Silvano Morrobel, Judith Cury, enfundada en un Oriett Domenech sólo apto para quienes nunca han comido pan de noche, Carmen Dinorah Vicens y Michèle Jiménez, porque lo chic es genético.
Y para finalizar, dos merecidas adivinanzas. ¿Qué exquisita fiesta de cumpleaños se llevará a cabo este sábado en Puerto Bahía? Se dice que al igual como cuando a usted lo invitan a un pool party lleva su traje de baño, en este caso todos llevarán sus botes. Viene la otra. ¿Cuál será la identidad de la esbelta joven que arrempujó a la nueva acompañante del ex de su mejor amiga en realidad ella quería probar la estabilidad de los loubies de la susodicha, no sean mal pensados en un centro de nocturna diversión? Según el manual La Mujer de Mundo y la Lucha Libre: Cuándo Jack Veneno no es patrón a seguir, si de repente le dan ganas de practicar boxeo, acérquese a la cabina del DJ y dígale que usted quiere cantar en el micrófono El Teke Teke, o ayude a los mozos a recoger vasos, o vaya al Body Shop Si el deseo persiste, consulte a su médico, teja un poncho y úselo. Es mejor ser conocida como la del poncho a la que hace caminar a las otras más rápido en tacos ¿No?