El amor es como la moda. Vuelve, cambia, se queda, se renueva. Todo luce. Todo vale. El “bonito revortiao” se convierte en tu ángel guardián. La ropa te sienta mejor, los ojos brillan, el mundo es tu catwalk (Favor insertar un suspiro aquí). Claro, que todo lo arriba descrito, encaja perfectamente con DominicanaModa 11, pero en esta ocasión estamos hablando de la temporada de Cupido, cuyo soundtrack es “Love is in the air”. ¿Algunos ejemplos? La boda de la siempre fabulosa –she brings the sexy back– Claudia Messina y José Ignacio Acero, quienes dirán el “sí, quiero” la semana que viene, en una ceremonia que, según mis dotes de pitonisa, reunirá la dosis de gente bella recomendada por el Cirujano General.

Se cuela que al cierre de esta edición, a la futura novia se le habían ofrecido nada más y nada menos que 7 despedidas de soltera, lo cual deja al jubileo de Isabel II como una bullita en La Dolcerie. Otra parejita que luce feliz es la conformada por Virgilio Pérez-Bernal y Cristina Macarrulla, nada que envidiar a los protagonistas de Eva Luna. Por cierto, también han sido vistos juntos el apuesto soltero, con nombre de día de la semana, y la hermosa y aristocrática pelinegra, una de las dos princesas de las torres más famosas del reino. Siguiendo con las actividades de nuestra inexplicablemente calurosa, “animal friendly” (¿No es maravilloso que el gobierno niegue el 4% para la educación, y gaste millones en carreteras para ser transitadas por «burros»?), y no obstante obnubilante ciudad, la tienda Tissage ofreció un coctel para presenta las nuevas líneas Camengo y Casamance del grupo europeo Texdecor.

La reunioncita, donde había más chic por centímetro cuadrados que vestiditos de Oriett Domenech en el closet de Kim Kardashian, tuvo como anfitrionas a sus propietarias Maite Abreu, Laura Betances y Elizabeth Barceló, y a Maxime Cappon, representante de ambas líneas.  Entre las invitadas, todas muy bien puestas, Polita Barceló,  Laura Fernández, con un modelito muy trendy, con todos los síntomas de ser de Nubah, Laura Freixas, Shirley Desangles, Ana María Barceló y la siempre esbelta Rita Brugal. 

Al parecer, los mozos entrenados para mantener las copas de champagne en el mismo nivel hicieron su magia, porque el evento culmino con una demostración de Zumba, con Polita Barceló liderando la coreografía. A propósito de bailes, mañana en el Rooftop de Novocentro, Miller ofrecerá el cierre de la plataforma Luminocity, con Dj Sean Miller, de Canadá, y Dj Gem. Durante la noche, se anunciaran los ganadores que asistirán a una exclusiva fiesta de Miller en Punta del Este, Uruguay. Además, los hará mejores personas saber que La Fundación Amigos Contra el Cáncer Infantil ofrecerá una fiesta de “jaloguin” (halloween, ¡ombe!), el viernes 28 con un tributo musical a Amy Winehouse. El evento tendrá lugar en Hard Rock Café, y el grupo responsable de recrear la música de la cantante británica que más delineadores de ojos ha usado en la industria cosmética, es Benny and The Cupids, con la dirección musical del reputado Rigoberto Zapata. Pero el evento que nos ha llevado al borde del paroxismo (No me puedo dejar rullir… ¡tengo que ir fashion!

¿Qué me pongo, depordio?) es DominicanaModa, la vitrina donde todos quieren verse, como sabiamente dice su slogan. Los pasillos fueron testigos de verdaderos fashion statements, como el caso de Lía Pellerano en el desfile de Oriett Domenech y sus zapatos de cuña rojos de Charlotte and Olympia, marca favorita de Sienna Miller y Kate Moss  y que le hubieran provocado una depresión a Dorothy, de El Mago de Oz. A juzgar por la suela impoluta, o llegó en helicóptero o Fedex se los entregó en su asiento de primera fila.  

Por allá fueron vistos, Soraya Abu Naba’a y Brice Regeturo, Silvano Morrobel y Ana Thomén, con un bronceado que hubiera dejado a Julio Iglesias como una calcomanía de Hello Kitty, Dianne Bisonó, Verónica Varela, y desde luego, la sagrada trilogía de la moda, Mirka Morales, Sócrates McKinney y Fidel López. Confesión vergonzosa # 59: si lo fuera ellos, estaría comparonísima y no le hablara a nadie. La noche inaugural fue para los consagrados. Jenny Polanco y  su desfile Retrospectiva, una propuesta con toda la feminidad y sutileza que la caracteriza, y Leonel Lirio, y su Donna de L’Opera, donde el drama y el glamour caminaron de la mano, en una colección exquisita donde los detalles, espejos alfombras, candelabros, y una cantante de ópera se hicieron cómplices.

Omahyra Mota, dueña absoluta de la pasarela, cerró el desfile y al ver los tatuajes de la famosa maniquí, una conocida dama exclamó ¡ay no, demasiados letreros! Entre los asistentes, Melba Grullón, Rosa Mejía, Ingrid Sabater, quien nunca nos decepciona y le añade sofisticación a cualquier pasarela, Balbie Guerra, María Amelia Díaz,  Marielena Chotin, Janet Rivera, con el perfecto LBD, y Letty Rivera, en un diseño precioso de Leonel Lirio, con tantas yardas, que si la deuda externa tuviera forma de percha, ese seria “El Vestido”. Cabe destacar que Mrs. Rivera lucía como la criatura frágil y esbelta que es, en otro tipo de cuerpo más voluptuoso luciría como si tuviera cretona. Por favor no lo intente en casa.