Ha vuelto a suceder. El resplandor ha alertado a la NASA, cuyos satélites comenzaron a pitar cual graznidos de aves de rapiña enloquecidas ante esos objetos móviles de constante luminosidad. Nota: si los satélites fueran Made in Dominican Republic, aparte de la bulla, estarían señalando en dirección de nuestra isla, con el endémico gesto con que el dominicano utiliza la boca en forma de fotuto direccional. ¿El motivo de la investigación? Los  anillos de compromiso que adornan las manicureadas manos de tres de las niñas más bellas y con más clase del reino. (Hombres de poca fe… ¿ustedes creían que con el imperio del dembow las buenas costumbres estaban en año sabático?). NYC: María Rosa Zeller estaba de viaje junto a hija María Amelia Báez, quien no   sospechaba que su novio, Dominic Dipino, estaba combinado con su progenitora para darle una sorpresa. Acuerdan cenar esa noche, en Marea, con una amiga de la familia, y se separan para hacer unas diligencias. Diez cuadras más tarde, llama a su hija para informarle un cambio de planes:  que se van a juntar en el Central Park.  Bajo el hechizo de las hadas madrinas Complicidad, Confidencialidad y Nerviosismo,  olvidó el punto de reunión y haciendo gala de un histrionismo que hubiera provocado que Meryl Streep le entregara su Oscar, llamó a su “amiga placebo” para que llegara hasta allí. En lo que esperaba, sonó el celular de María Amelia y era Dominic –quien fue su primer novio y volvieron a encontrarse 14 años después (¿Ven que historia tan linda? ¡No hay que “stalkear” a nadie!)– expresándole que era “el día más feliz de su vida”, y le dijo que se volteara. Lo vio acercarse sonriendo, igual que en las películas de “jólivu”,  con un ramo de rosas amarillas, con el borde rojo, y una roja donde reposaba el anillo de compromiso.  Lo demás transcurrió en cámara lenta, se arrodilló… abrazos, lágrimas, risas, besos, y desde entonces, andan en una nube. En la misma tesitura,  Aldana Fernández y Yan Piero Núñez-del Risco celebraban el cumpleaños de este último, en Patagonia Grill y luego del  “cumpleaños feliz”, antes de que las calorías hicieran contacto con el torrente sanguíneo, dijo unas palabras que hacían alusión a “ese proyecto de vida “y “taraaaaán” (sonido onomatopéyico de fanfarria)  vino el otro anillo. ¿La tercera pareja? Rosa Montes y Robert Bonetti,  uno de los noviazgos más hermosos,  dirán el “sí, quiero” antes que finalice el año. A propósito de bodas, mañana, Marianne Cruz y Juan Rafael Fabián dirán adiós a la soltería, y nuestro equipo de diseño ha creado este montaje para que tengan una idea de cómo lucirán en ese gran día, no sin antes recordarles que ningún muñequito de bodas fue dañado durante la elaboración del mismo. Otros que han elegido una nube para desplazarse son Andrés Castillo y Heather Lincoln quienes contrajeron matrimonio, en íntima ceremonia, en Miami.  La novia estaba divina y llevaba un ramo de hydrangeas – ¡hortensias, ombe! –  y mini lirios cala,  y  el primer baile de casados fue “La Bilirrubina”. Almorzaron en Smith & Wollensky, trece invitados, el número favorito del novio, y entre ellos Lía Castillo de Antún y Eduardo Antún,  Mariana Lama y Andrés Castillo (best man),  Felipe Fernández y los padres de Heather.  En otro orden,  el evento Interior Design Show Dominican Republic,  IDSDR’12, tiene como novedad un concurso, para estudiantes de Diseño, y el primer premio será una beca gestionada por la Oficina Dominicana para el Fomento del Turismo Educativo, Inc. (ODTE) para el Instituto Europeo di Design (IED)  en las sedes de Barcelona o Madrid. Y ya andan circulando las invitaciones para el lanzamiento de Quintessentially, líder mundial en servicios de conserjería de lujo (el Genio de la Botella te concede tres deseos y Quintessentially se encarga de que sea un bono de por vida).  Será en AMG Café, y promete reunir más gente linda que carteritas  3.1 Phillip Lim en Suite 3, la tienda de Annie Canaán. (¿Cuántas firmas hay que recoger para que H&M se digne a copiar el clutch Break- up, depordios?). Pero lo más comentado ha sido el fin de semana en Puerto Bahía, Samaná, donde se reunieron los marinos y las sirenas –por obra y gracia de Crossfit, Zumba, Body Shop y los constantes consejos de La Pagina sobre no comer pan de noche– en una encantadora velada de salina diversión.  En uno de los catamaranes, con capacidad para 50 personas, eran 15 invitados y 10 mozos, y la bebida oficial Moët & Chandon Rosé, lo que garantizó que todos estuvieran perfectamente hidratados. Se repartieron collares de flores, faldas hawaianas  y recipientes en forma de piña (iba a decir “chupis”, pero no me pareció adecuado), y allá fueron vistos Mónica García y José María Cabral, Claus van Arsdale, Mariella Chotín y Gaby Staffeld, Samuel Conde y Alejandra Velásquez, Amalia Troncoso y Manuel José Tarrazo, Raúl Lluberes y Heidi Betances. La fiesta siguió en Café del Mar, donde al encantador grupito se les unieron Axel Haché y Amelia de los Santos. Se cuela que luego de horas de sol adobadas en bebidas espirituosas, un conocido soltero, rondaba a su estilizada ex, con la calma y el interés del que observa a una hermosa y exótica ave, sin que ella le hiciera el mínimo caso. ¡Ahhh… los efectos secundarios del sol!