Fue mágico.  (O sea, ¿qué es eso de last seen today at 10:43? ¡Nadie se salva!). De la nada, surgió una carpa, con visillos blancos flotando al vaivén del viento.

Eran las 4:00 de la tarde, el mar estaba en calma y el cielo no podía ser más azul. (Como su inteligencia superior les habrá hecho notar hablamos del Principado de Punta Cana, donde el tiempo marcha a otro ritmo).

Al  llegar a la Casa Club de Punta Cana, los invitados  iban bajando las escaleras de coralina y se acercaban a la carpa, donde tendría lugar el esperado desfile de Oscar. (Sí, ese mismo. Sólo existen dos: los premios de la Academia y nuestro exquisito Oscar de la Renta).

Vestido de blanco impoluto, llegó puntualmente acompañado de su esposa Annette, quien es tan esbelta que obviamente nunca ha comido pan de noche… ni de día. Pero antes,  y haciendo gala de una sencillez que algunas  celebrities locales  deberían imitar, llegó Anne Wintour en un modelito verde de ODLR –el epítome de lo chic–  quien accedió a tomarse fotos con todo el que se lo pidió, siempre acompañada de sus emblemáticas gafas de sol, tamaño deuda externa.

Por cierto, la editora de Vogue tiene una piel divina y el peinado perfecto, como todo aquel que nunca ha estado en un tapón o le ha caído una esponja voladora marca Acme en el vidrio… ¡impresionante!

Entre los asistentes, Carolina Adriana Herrera, Ingrid Sabater, Miranda Rijnsburger de Iglesias, Mar Flores y Javier Merino, Mario Vargas Llosa, Gonzalo (su hijo) junto a Dalia Fernández, Moisés de la Renta, Enrique Valdez, Fabiola Herrera y María Gracia Valdez.

Luciendo espectacular, Haydee Kuret de Rainieri, en un caftán que se vio en el desfile, y que le quedaba tan bien como si una modelo envidiosa la hubiera empujado de pasarela, Oriett Domenech, en el vestido verde con encaje negro que todas recordamos de su colección en DominicanaModa 2012, y Paola Rainieri, en un yellow dress que fue elogiado por Miranda Iglesias, Annette de la Renta y el mismo Oscar.

Por cierto, cuando Monsieur de la Renta supo que el vestidito amarillo era diseño de Oriett, le pidió a Paola que tan pronto ésta llegara, fuera a saludarlo.

Cuando se vieron se fundieron en un abrazo y el modisto le presentó a Mrs. Wintour, a quien le comentó que había trabajado con él y que era la diseñadora dominicana que había creado el vestido de Paola, así como el que ella llevaba puesto.

(Vengo ahora, voy a romper mi alcancía de puerquito… ¿alguien sabe si Oriett regresó al país?). Anna se acercó y le dijo: “Beautiful dress, nice to meet you!, Anna Wintour”.

(O sea, ¿really Anna? Awww… ¿Existe alguien que no sepa tu nombre?). Cabe destacar que Sócrates McKinney se la lució con un desfile a la altura de las pasarelas internacionales, donde nunca se perdió el ritmo,  y las modelos fluyeron con la sincronización de  un reloj suizo, con trajes que te dejaban sin aliento, al igual que el brindis de champagne rosé, mientras el atardecer se fundía con el mar.

Entretanto, en otra zona geográfica, Julio Iglesias, el cantante hispano más bronceado y con más hijitos del mundo, abarrotó el anfiteatro de Altos de Chavón, con un concierto magistral –patrocinado por cerveza Miller– a beneficio de una institución que se dedica a ayudar a niños desamparados, presidida por la primera dama de Haití, Sophia Martelly.

Tampoco podemos dejar de mencionar el concierto de David Guetta en Hard Rock Café, Punta Cana, donde se vieron manifestaciones de júbilo que rayaban en el paroxismo.

Otra de las celebraciones más comentadas fue la exquisita fiesta flamenca que ofreció Mimilo Jiménez, en su villa en Romana, donde reunió un importante porcentaje de celebridades internacionales y locales, quienes cohabitaron –entre infinitas copas de champagne– con la armonía de la fauna marina.

Entre ellos, Fawaz Gousi, propietario de la joyería de Grisogono, Pedro Trapote, dueño de la discoteca Joy Eslava, y su esposa Begoña, el rejoneador Rafael Peralta, Corinne Bouygues y Sergio Gobbi.

El grupo Los Alpresa de Sevilla puso a todos a bailar, responsabilidad compartida con Omar Andino. Pasándola muy bien, Pedrito Castillo y Joanna Martínez Lima, Manuel Peynado y María de Moya, Javier Mayol y Laura Porcella, Ramón Ernesto Morales, Yudelka  Checo y Carole Brown Morabito.

Luciendo fenomenal, Michèle Jiménez, Crystal Jiménez y Marino Briceño, cuyos zapatos constituyeron uno de los fashion statements de la noche, así como Marion Batlle, con un modelito que si lo buscamos en Internet diría “page under construction” y que si apareciera en Vogue estaría en la categoría de “Price upon request”

… Lo juro… WhatsApp no me deja mentir…