Tiene nombre de protagonista de telenovela. Dos hashtags en Instagram, 3 días en el mundo, y ya el mundo de sus progenitores –sus 4 abuelos y 5 tías– gira en torno a él. Alberto Fiallo y Yulianna Ramón son los felices padres de Alberto Emilio, un bebecito tan buenmozo que hará que las futuras it- girls (al llegar a esa edad en la que a todas les sirven las sandalias Tribute de YSL de su  mamá) se tiñan de rubio, no coman pan de noche, y se conviertan en estilizadas gacelas con un sentido de la moda más fuerte que el instinto de los bebés tortugas en su marcha frenética hacia el mar.

Y como San Valentín está a la vuelta de la esquina, se multiplican las actividades que impliquen flechas, osos de peluches  y chocolates arruina-caderas. En Marconi,  hoy, de 1:00  a 9:30 P.M. todos   las victimas de Cupido podrán adquirir regalos en The Pink Bazaar Valentine’s Edition, y esta noche,  la generación ILY (I Love You)  podrá ser vista en “Keep Calm and Let me Love You” en Bocanegra, donde los jovencísimos djs Roko Reyes, Sebastián García y Beto Sánchez tendrán a su cargo los platos.

Hablando de amor, la boda de Giovanni Bonarelli y Elsa Liz Hazoury en Romana, excedió la dosis de gente linda recomendada por el Cirujano General. En la Parroquia Santa Rosa de Lima, donde se casaron sus bisabuelos y abuelos maternos, y como escapada del Vogue, Elsa Liz desfiló emocionada del brazo de su padre Manolito Hazoury,  en un Vera Wang con escote palabra de honor que acentúaba su delicada belleza. Mientras, en el altar  la esperaba el novio sonriente, cual escena de película romántica de “jólivu”.

El cortejo estuvo compuesto por los pajecitos Diego, Rosa y Eva Bonarelli, Juan y Jaime Mayol y María Manuela Hazoury, quienes obviamente estuvieron alejados de los dulces por 48 horas y durmieron las horas reglamentarias, porque además de elegantes tuvieron un comportamiento ejemplar. Las damas,  Danielle Martin Hazoury, Loly Hazoury y Mariella Hazoury, lucían tan finas, que Chiara Ferragni hubiera recortado una foto de su cara para pegarlas con UHU junto a ellas,  e incluirlas en su blog  The Blonde Salad, para que todos sus followers creyeran que eran sus amigas.

La recepción nupcial fue en Punta Águila, donde carritos de golf, con la precisión de un reloj suizo,  transportaban a los elegantes invitados desde el parqueo hasta la fiesta, para beneplácito de los Choos, Louboutins, Valentinos y demás marcas afine$…o sea, si la ropita fina trae una etiqueta que advierte, con la sapiencia de un mago con barba y batica blanca: dry clean only, ¿Por qué los zapatos de marca no pueden traer una que diga valet parking or golf carts only? El dress code era guayabera con corbatín para los caballeros, el cual fue acogido con genuino entusiasmo y entre los asistentes,  una muy esbelta  Cynthia Patricia González, Luis Carbonell y las divinas Carmen Dinorah y Marisol Vicens quienes tienen el chic en su ADN, Frank Pimentel y Sofía Montes, preciosa en un  vestido de plumitas, aunque debemos admitir que con su porte aristocrático que podría usar lo mismo que Nicki Minaj y verse refinada.

En la misma tesitura, César Castillo y Susana Kury, Aldo Bonarelli y Sarah De Moya, ella con un diseño rojo Valentino (para Sarah Patricia solamente existe dos rojos, el de Caperucita y el de Valentino), Lorena Catrain, quien ocupa uno de los primeros lugares en la lista de solteras codiciadas. Luciendo fenomenal, Mimilo Jiménez y Marion Batlle, Ramón Montes y Fifi Vega, Leonor García y Jean Pierre Bassa.

Uno de los lugares más frecuentados fue la estación de dulces elaborada por Elisa Amalia Cabral y Maja Antún. Mis dotes de pitonisa me indican que  Verónica Varela, Yira Pimentel, Anabelle Desangles, Nina Juárez y Carolina Mederos, todas en diseños de Mayle Vásquez , nunca fueron vistas por allí. Queridas Elisa Amalia y Maja: no es la primera vez que las felicito por tan excelente trabajo.

Mi gimnasio les manda saludos…he llevado la foto del escote de Verónica Varela como “fit inspiration”. Me preguntaron cuantos dulcitos me comí. No les mentí. Se rieron a carcajadas. No hay derecho. La grasa corporal no es lo último que se pierde, sino la esperanza. 

La  noche estuvo fresca, adornada con una media luna espectacular, la bebida oficial fue el champagne Roederer, servida a la temperatura perfecta, en copas que nunca se vaciaban (los mozos eran egresados de la Universidad Mundial de Telepatía) y durante La Hora Loca, con motivos marinos, se vieron escenas de júbilo que rayaban en el paroxismo.  

Se rumora que la siempre chic Georgina Pimentel, en amor total con Luis Carlos López Wonenburger, pudo haber encontrado a su hermana gemela separada al nacer, ambas en estampados florales. Fue imposible comprobar el hecho. No el balde los polos iguales se repelen. ¿No?

E.T.C. Extravagante, Trendy y Chic
Mamelia Hazoury con un pie escayolado, como dicen en el Hola, pero sin perder el glamour y mucho menos su envidiable sonrisa.

El escote de Verónica Varela, en un diseño de Maylé Vásquez, dejó a muchos sin aliento.

Pedrito Castillo, con guayabera que incluía sus iniciales bordadas, y un moderno corbatín de calaveras, skulls, para los americano,  uno de los looks más comentados.

El dress code especificaba “guayabera y corbatín”, y Ramón Ernesto Morales impuso su estilo con una de vuelos muy original. Uno de los fashion statements de la noche

El bizcocho nupcial, una obra de arte de Zita de los Santos, demostró que en los postres también se da aquello de que son tan ricos por dentro como por fuera.