LA PÁGINA

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Lo que les voy a relatar está basado en una historia verídica. Frances, mi  sobrinita, tenía casi 3 años cuando empezó a asistir al colegio. Por alguna extraña razón, solamente comparable en misterio a por qué cuando caminamos en piso mojado lo hacemos en puntillas, la chiquita desarrolló una fobia hacia la camisa de cuadritos del uniforme.

Era algo automático, cual condicionamiento pavloviano.  Blusita de cuadritos en percha: llanto desconsolado, con “jipíos” incluidos. Se le ponía cualquier “polochercito” y se iba feliz a su escuela, de lo más “quitᔠde bulla. Nota: como un acto de bondad infinita, la directiva del colegio la dejó asistir sin uniforme hasta que ella estuvo emocionalmente preparada para afrontar los estampados a cuadros. Debo confesar que me sucede algo similar con el Día de San Valentín.  Ante Cupido, que no termina de crecer ni vestirse como la gente, o cualquier osito de peluche que agarre un corazón en las manos como si estuviera posando para una fotografía de fichaje policial –o mugshot, para los snobs–  me sale un truño instantáneo.  

 ¿La buena noticia?  ¡San Valentín ya terminó!  Luego de tan sentida ponencia, que estoy segura muchos compartirán, creo importante informarles que ya abrió sus puertas Sabai Restaurant & Lounge, en la avenida Bolívar, un lugar tan chic, que “parece como si uno estuviera en NYC”, expresó una  “well traveled” fuente, que prefirió mantenerse en el anonimato. 

Llama la atención la estatua de un Buda más grande que los nuevos impuestos,  que se destaca entre los diferentes ambientes,  todos decorados exquisitamente por Jorge Luis Gutiérrez y Danilo Rodio,  de Gutiérrez Rodio Workshop, y que te crean un sentimiento de pertenencia inmediato, del tipo “me quiero quedar a vivir aquí”, o “juye, vamos a subir esta foto en Instagram, con el Buda atrás”. Siguiendo con nuestro recorrido semanal,  Sandra Garip, Clara Martínez Thedy y Mary Rosa Jiménez unieron todo su talento para presentar la exposición fotográfica Acqua,  en las instalaciones de Autozama,  con la asistencia de un alto porcentaje de ganadores de la lotería genética. 

El clan Jiménez estuvo completo, a excepción de una recién comprometida pareja que se encuentra disfrutando de los idílicos paisajes de Gstaad.  Por otro lado, la compañía Novalogiq, que preside Carlos Castillo, ofreció un coctel en Cava Alta, donde los devotos confesos de la tecnología, pudieron apreciar las bondades de la marca Lenovo, en un ambiente sumamente distendido. 

Tampoco podemos dejar de mencionar la presentación del cortador de jamón español, Francisco Javier Muñoz Naranjo, en las instalaciones de La Bodega, donde los invitados fueron recibidos  de una de las maneras más cálidas que ojos humanos hayan visto jamás, con una copa de vino tinto y los inconfundibles acordes flamencos.  Muñoz Naranjo, respetado cortador de jamón, ha participado en varias actividades donde ha estado presente la Familia Real de España (mucho antes de los problemitas de Iñaki, desde luego), y los presentes pudieron disfrutar de unas exquisitas tapas a base de jamón, maridadas con varios vinos, mientras un grupo de bailarinas, con mucho garbo, deleitaban a todos con bailes flamencos. Entre los asistentes, Raemil Tatis, Stephen Tiernay D’Alessandro y Letty Rivera, tan bien puesta como siempre.

En la misma tesitura, Fichy Cabral, Mónica Sánchez, Regina del Río y Nelly Azar, a quien sus “YSLaurentizados”  piececitos traicionaron, por lo que nuestra protagonista –por obra y gracia del ritmo–  “apió” a una de las bailarinas de la tarima, “rulléndola”  de manera fulminante. Cuenta la leyenda que bailó con tanta gracia, ritmo y salero, que hizo suspirar a más de un corazón. Fue algo automático, cual condicionamiento pavlo.

E.T.C. EXTRAVAGANTE, TRENDY Y CHIC

Con apenas unos días de abierto, Sabai se ha convertido en un punto de referencia en las noches urbanas. Cosmopolita y chic, su alma mística seduce de inmediato. (Bueno, eso  y el  Buda gigante de terracota que reposa majestuoso sobre un pedestal de dos metros).  ¿Los culpables? Jorge Luis Gutiérrez y Danilo Rodio,  de Gutiérrez Rodio Workshop, quienes jugaron con los elementos, lámparas de Philippe Starck, biombos, guerreros chinos y una iluminación magistral.

Fotografías: Danilo Rodio

 

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