LA PÁGINA

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Ciudad, dulce ciudad. (Favor de insertar un suspiro aquí). El fin de semana largo terminó. Luego de comprobar que las playas se mantienen en el mismo lugar todo el año, al igual que el solazo y el clima tropical, por lo que no hay que “apeñucarse”, la calma que se respiraba da paso al ruido propio de las grandes urbes. (¡Qué fina!). 

Entrando en materia, el lunes 30 de septiembre, Karliana Hair Spa ofrecerá un desfile de modas en Hard Rock Café con la propuesta de Adolfo Domínguez,  a beneficio del Programa de Detección Precoz del Cáncer de Mama, una iniciativa que debemos apoyar. Además, hoy se inaugura Vicomte A., en Acrópolis,  con la presencia del vizconde Arthur de Soultrait, quien tuvo unos “amoritos” con Pippa Middleton, y es tan sencillito y discreto, que bautizó su tienda con su título nobiliario y la letra A.

Pero el evento de la semana fue el cumpleaños de Janet Rivera, en su residencia, junto a un importante porcentaje de ganadores de la lotería genética. La elegante festejada recibió a los invitados en un diseño cuello halter de Alexander McQueen, similar al de Mariah Carey y Frieda Pinto,  que acentuaba su esbelta figura y  las “ruyía” de manera fulminante.

La decoración fue espectacular,  en colores neón, el dress code era de negro, acogido con genuino entusiasmo por el 99.99%,  y la bebida oficial Perrier Jouet servida por mozos equivalentes a tu ángel de la guarda. El elemento sorpresa fue cuando Janet y su esposo Ramón Hipólito Mejía abrieron el baile con tanto estilo, “acoplaos”,  y mirándose a los ojos, que provocaron aplausos delirantes y escenas que rayaban en el paroxismo. Según una fuente de entero crédito, fueron meses de práctica, y se cuela que muchos estarían dispuestos a mentir y sostener la mirada para conseguir el teléfono del instructor de danza.

Entre los asistentes, Marion Batlle, en Fendi, y Mimilo Jiménez, con un broche de Lulu Frost, one of a kind, que lo hizo dueño plenipotenciario de uno de los fashion statement de la noche, Manuni Castillo y Letty Rivera, en Moisés Quesada y con unas sandalias que tenían síntomas de ser de Il Prato,  Luis Abinader y Raquel Arbaje. Luciendo estupendas y con el “chic revoltiao”, Fifi Vega, Pastora Bermúdez, Mónica Abreu y Michèle Jiménez, con un modelito vintage de su madre, Carmen Dinorah Vicens. Tampoco podemos dejar de mencionar el magnífico concierto de Pitbull, a casa llena, en Chavón, que nos hizo amar a primera vista a Mr. 305, y bailar toda la noche. Mis dotes de pitonisa me indican que si Miley Cyrus hubiera visto a las bailarinas de Pitbull, nunca hubiese tenido la osadía de hacer su famoso twerking, lo cual hubiese cambiado el curso de la historia.  Après-concierto,  había dos opciones de after-party: con Pitbull y sin Pitbull. Y uno de esos dos escenarios da origen a la siguiente interrogante: ¿Cuál será la identidad de la joven divorciada cuyo coqueteo incesante con todo ser vivo de género masculino provocó una amenaza de “truño”? Se dice que ella actuó bajo los efluvios del alcohol, pero muchas aseguran que esa “simpatía” es su estado civil, digo,  natural. Tomando en cuenta que ha sido candidata a la terapia del poncho varias veces, el Cirujano General ha determinado que debe ser tratada con el último video de medicina alternativa. Favor insertar la voz más aburrida que oídos humanos hayan escuchado jamás: ánimo, ánimo, ánimo….

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