La página

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440 páginas es demasiado para mí. Con la delicadeza con que una madre contempla a su recién nacido,  procedí a estudiarla. (Si no tiene hijos, es el mismo sentimiento frente a una fundita de Bergdorf Goodman) Descubrí que además de ser excelente para los bíceps, –tiene anuncios como si fuera Navidad– muestra los ingredientes  para lucir como una criatura de belleza subyugante y arrebatadora, capaz de causarle una depresión a Carlota de Mónaco.

Y si bien tanta “sabiduría satinada” no te hará mejor persona, por lo menos te hará mejor vestida, mejor maquillada y mejor “calzada”. (Sonido de fanfarria). ¡InStyle de abril vino más gorda que Adele! A propósito de moda, Carolina Herrera, quien siempre tiene el chic “revortiao”, presentó en NYC una colección de camisas blancas, su pieza fetiche,  8 modelos que harían lucir fina a Nicki Minaj. 

Las embajadoras de esta línea son Olivia Palermo, Leigh Lezark, Amber Le Bon y Julia Roitfeld, quienes tienen la extraña virtud de lucir bellas con cualquier cosa,  sin que nos dé pique. Algunas piezas estarán disponibles en la tienda CH de Blue Mall, y prometen convertirse en objeto de culto. Siguiendo con los acontecimientos de nuestra ciudad, mis dotes de pitonisa me indican que últimamente cada vez que los varones se montan en un avión (gracias a Dios y a Tiffany) les ataca el virus del resplandor. Jesús Rodríguez y Frances Díaz se han comprometido en Miami, y Din Arredondo y Virginia Pimentel en San Francisco.

Hemos  elaborado un montaje de estos últimos, basado en un retrato hablado del anillo, hasta que se distribuyan las fotos oficiales.  En ese mismo orden de ideas, favor de sentarse para leer el siguiente párrafo, se cuela que Mimilo Jiménez y Marion Batlle podrían dejar la soltería el 20 de abril, en íntima ceremonia, y sin lugar a dudas, una de las bodas más esperadas. Siguiendo nuestro recorrido,  La Bodega de Manuel González Cuesta ofreció un coctel en La Cassina,  por la visita de Agustín Santolaya director general de Bodegas Roda. 

Los invitados, muy concentrados en sus copas, disfrutaron una cata vertical y en un acto de altruismo nunca antes visto en la historia de la humanidad, compararon una década de cosechas Roda, de 1997 al 2006. Y a propósito de altruismo, Lisa Guerrero y Luli Malla son las responsables del famoso Tres Leches L&L, el cual es tan delicioso que provoca escenas que rayan en el paroxismo: “Nos entramos a golpes por lo que quedaba en el páire”.

 (Sí, eso mismo, Pyrex). Dear Luli y Lisa: ¡gracias por abrirme las puertas al pareo season!  Y Semana Santa se la pasó en amenaza de colitas, digo de lluvia, pero esto no detuvo la fiesta en Romana. Como era de esperarse, Palmilla era pura poesía. Vimos a Stephen Tiernay, con una camisa que tenía síntomas de ser Poggianti… accesorizada con una eterna copa de champagne. 

El sábado fue la fiesta de Praia, en la antigua Palapa, con la participación de DJ Obscene de Miami Beach, residente de las discotecas Mansion, Set y Mokai. Por cierto, ¿cuál será la identidad del enfant  terrible que reservó la mesa VIP más comentada? Nuestro protagonista llegó –literalmente–  en una guagua llena de micro “chorcitos”, y cada short traía una colombiana adentro, algo así como un “chuflai”,  provocando que todos los pares de ojos se posaran en sus esbeltas y cariñosas acompañantes.

Tampoco podemos dejar de mencionar el lanzamiento de Fruta Prohibida, en los cálidos jardines del hotel El Embajador, una firma de publicidad y marketing especializada en la mujer y presidida por Judith Cury. Entre los invitados, David Collado, Ingrid Sabater, muy bien puesta en Oriett Domenech, Sócrates McKinney, Letty Rivera, Patricia Álvarez, también en Oriett,  y como con un tire, Michèle Jiménez y Carmen Dinorah Vicens.

 La noche estuvo llena de sorpresas en un ambiente relajado donde primaron los detalles. Por alguna extraña razón, solamente comparable en misterio a por qué las revistas de moda picotean los pintalabios como si fueran ruedas de salami Induveca, una de las invitadas llevaba dos zapatos diferentes  y con una pasmosa tranquilidad  –similar a la de esas madres que en los salones de belleza parecen estatuas de cera mientras sus hijos corretean con paso errático como estampida de búfalos, entre la bandeja de los rolos– estuvo en el evento de lo más “quitá de bulla”.  ¿Olvido? Fashion statement gone wrong? Viene mensaje de la voz de la conciencia: antes de juzgar, vaya, póngase en sus zapatos…

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