La página. Cuando vi el video quedé muda…..

La página. Cuando vi el video quedé muda…..

Cuando vi el video quedé muda. Un sentimiento verduzco, más picante que el wasabi, se apoderó de mí con la rapidez con que se descorcha una Perrier Jouet en SBG. Los varones ni “petañaban” mientras Beyoncé bailaba Single Ladies, y nosotras la mirábamos con el cariño con que Jack Veneno lo haría con Vampiro Cao. Volví a las clases de yoga (inútil esfuerzo). Le rogué a mi sobrinita Frances para que me enseñara algún pasito. (Inútil esfuerzo, part II). La niñita se movía con la gracia de un ángel y yo, con la destreza con que Camilla Parker Bowles bailaría reggaetón. Con el tiempo –además de que te dicen “señora” en los supermercados– llega la sabiduría, aceptas que nunca vas a bailar como Queen Bey, y decides explotar otras virtudes. Léase, delinearse los ojos como Odri Jerpur o escoger cuál tratamiento de Moroccanoil te transformará en una criatura de melena aterciopelada. Desde ayer a Beyoncé le pitan los oídos. El estreno mundial del tráiler de 50 Shades of Gray fue toque de queda, y en cada click (¿ustedes también lo repitieron 50 veces… uno por cada tono de gris?) sonaba su cancioncita “Crazy in Love”. (Don’t worry Be Yoncé). Siguiendo con las actividades, ya están circulando las invitaciones para el coctel de Johnny Walker Blue Label: el lindísimo de Jude Law mirando al horizonte… lo que ha provocado desmayos en la población femenina, y chuipis entre los varones. Por otro lado, Brazai celebró su primer aniversario junto a un importante porcentaje de ganadores de la lotería genética. El açaí es el alma mater en el menú de este establecimiento que promueve la salud. Esa fruta ha demostrado ser más versátil que cualquier chic vestidito negro. A propósito de chic, el matrimonio de Susy Heded y Michael Heuser en Romana excedió la dosis de gente bella recomendada por el Cirujano General. Los novios, ella radiante en un vestido de Monique Lhuillier bordado en Swarovski, no dejaban de sonreír y mirarse a los ojos cual protagonistas de película de Jólivu. Entre los asistentes, Eduardo de Castro y Rochelle Vicente, ella en un mullet de Maylé Vásquez con el mismo estampado de su corbatín, Andrés Fernández y Rocío González del Rey, quien nunca nos decepciona, Javier Fernández e Ivana Bogaert, y, conversando animadamente, lea bien, no arme líos, Verónica Varela y Luis Varona, Mateo Varela y Sarah López Jorge. Entre las personas con más alta tasa de gozo, Crystal Jiménez y George Julián, quienes se adueñaron de la tarima, del micrófono y de la simpatía de todos, Pamela Hartling, espectacular en un caftán, la divina Carmen Dinorah Vicens bailando con tanta gracia, clase y cadencia que “ruyó” a todos. O sea, la gente tan linda no debería bailar bien. Por eso existe el “ella es bella, pero no la brincaron cuando chiquita” y en este caso no aplica. No hay derecho. Al parecer, los tassel earrings de Óscar de la Renta –esos mismos, los de Luna de Crystal– fueron los aretes oficiales en una noche inolvidable donde la novia, con un mandil que decía Mrs. Heuser, le sirvió el postre a su esposo, y él la sorprendió revelándole que la luna de miel sería en Capri, Costa de Amalfi y Roma. Mientras tanto, los mozos, a quienes había que buscarle una orden de alejamiento por la rapidez con que te llenaban las copas, hicieron su magia, y dos invitados demostraron que los caballeros las copas, hicieron su magia, y dos invitados demostraron que los caballeros las prefieren rubias, pero al parecer, las rubias los prefieren “tígueres”…

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