Gina López 
Tan predecible como la comida de avión. Usted sabe que al final, el pancito estará frío en el centro, que hubiera sido mejor no comerse la ensalada de lechuga “mareada” y que con el arroz, hilo y aguja, se puede hacer un collar y bajar de avión muy a la moda. Con las novelas mexicanas pasa igual. Veamos: la protagonista se enamora de un tipo que la desprecia y cuyo nombre siempre es compuesto, (Juan Enrique, Enrique Augusto o Augusto Carlos) llora con jipíos
–sin que se le corra el maquillaje– y al final, nuestra heroína termina heredando una fortuna más grande que la deuda externa del país. Ante el nuevo estado de bonanza, ella olvida todos los malos ratos que el “tiguere” le hizo pasar y terminan de “shopping” en Bal Harbour. Viene ‘Reels’: cámara lenta. Primer plano de las fundas de Dior. Sonrisas, miradas a los ojos, besos. “Di-En” (sí, eso mismo, The end)
El compromiso de Jorge Moreira y Marialina Feris:
La luz dorada del atardecer no tenía nada que envidiarle a un cuadro de Sorolla. Palmilla era pura calma. Las lanchas, y su música incesante, habían emprendido el camino de regreso a La Marina, y solamente quedaban los botes que pernoctarían allí. Nuestra protagonista estaba de lo “má quitá de bulla” y de repente sonó la canción “Volví a Nacer” de Carlos Vives, la cual su novio le dedicó hace años. A seguidas lo vió arrodillarse – modo cámara lenta, risitas nerviosas y suspiros de parte de la familia– y le entregó el anillo.
A pesar de que aconteció el 25 de enero, vale la pena contarlo. Jorge Moreira y Marialina Feris son novios desde hace casi 10 años, y aprovechando un fin de semana en familia, la sorprendió con una pedida de mano que parecía salida de un guión de “Jólivu”. (Las uñas pintadas de rojo son la prueba fehaciente de que no sospechaba nada). Compartimos algunas de las imágenes de ese día, sin olvidar nuestro tradicional montaje, el cual siempre resulta muy divertido.
Las uñas rojas de
Marialina son el indicador de
que no sospechaba nada…El atardecer de Palmilla fue
el escenario perfecto.
Las velas de Alexia Cabrera Haché: un tributo al amor eterno
“Amor Eterno”, la colección de velas de Alexia Cabrera Haché se inspira en su abuela Alexis, a quien llama Nini, el ritual de su abuelo de llevarle café desde que se levanta y decirle “tan bonita por la mañana”.
Oscar Wilde decía “En el arte como en el amor es la ternura lo que da la fuerza”. La ternura es luz y su belleza serena, expresión pura de amor, se queda grabada en nuestra memoria por siempre.
Alexia Cabrera Haché fue testigo desde niña, del amor entre sus abuelos, lo que llevó a crear una línea de velones. A continuación las hermosas palabras que Alexia compartió en sus redes:
“Les presento mi nueva colección “Amor Eterno” inspirada en mi abuela Nini. Mi abuelo acostumbra a llevarle café a mi abuela desde que se levanta y decirle “tan bonita por la mañana”.
Esta vela representa el más puro amor.
El amor nunca deja de ser.
1 Corintios 13:8”
Una princesa azul:
El clan Lama goza hasta con agua. Aparte de que son tantos que un ‘petit comité’ dejaría los Jubileos de Isabel II como bautizo de muñecas. Miranda Beatriz Mármol González, mejor conocida como Mimi, cumplió 3 años y su madre, Cynthia Patricia González, muy hacendosa, se encargó de organizar y decorar una fiestecita familiar. Cabe destacar que todas las Lama entraron ‘en personaje’, para hacerle el “coro” a Mimi llevándose los primeros lugares son sus atuendos reales doña Elsa Lama y su hija Elsita. Allá fueron vistas departiendo amenamente, Ariel, Blanca Nieves, Pocahontas, Mulan, Jazmín y Bella, sin la Bestia, entre otras.
La festejada junto a su madre
Elsita Lama junto a Mimi. Cynthia
Patricia González Lama, Mimi y su hermanito Manu Mármol González.Manu y Mimi Mármol González junto a
su abuela Elsa Lama fManu y Mimi Mármol González junto a
su abuela Elsa Lama
